La comarca del Alt Empordà es un lugar lleno de magia, cultura, historia, encanto… y podría continuar. Entre el mar y la montaña, se esconden tres parques naturales que hacen que el paisaje parezca sacado de un cuento.
Y no sólo eso, dado que los recursos culturales son un símbolo muy significativo para la comarca, entre monasterios y ruinas se esconden poblados con una historia espectacular.
A continuación, os dejamos con una lista de los pueblos con más encanto de la comarca del Alt Empordà:
Roses
Roses es uno de los pueblos más importantes de la comarca y también, con más encanto. Quizá os suene de escucharlo en términos como el Golfo de Rosas o la Bahía de Rosas, y no es para menos, dado que con más de 3.000 años de historia se podría decir que es la esencia del Mediterráneo.
La situación del pueblo es perfecta: muy cerca de la frontera francesa y a 20Km de la capital de la comarca (Figueres). Además, el paisaje es típico de una postal, ya que Rosas tiene tanto mar, como montaña, lo cual hace que tenga un encanto especial.
Rosas es muy conocido por sus playas y calas, pero también por su nido de historia que se remonta en la prehistoria. El pueblo tiene un patrimonio megalítico del que se ha podido descubrir cómo y dónde vivían los primeros pobladores gracias a los dólmenes y menhires que hay. Si os llama la atención todo este mundo, debéis saber que hay una ruta megalítica para hacer a pie de nivel fácil y apta para todos los públicos. Muy cerquita de esta ruta se encuentra el Castrum Visigótico, unas ruinas de un poblado medieval situado a lo alto del Puig Rom. Además, no podéis dejar de visitar la famosa Ciutadella de Roses, un lugar imprescindible de visitar para cualquier ciudadano o visitante, ya que en el interior se encuentra un yacimiento arqueológico muy importante y un Museo que recoge toda la historia de Rosas, desde la prehistoria hasta la época actual.
Para todos aquellos que os gusta el senderismo o el ciclismo de montaña, debéis saber que en Roses hay una gran cantidad de rutas de diferentes niveles y duraciones que os permitirán conocer la Bahía desde los rincones más secretos. Ya sea, subiendo al Mirador, al Puig de l’Àguila o recorriendo els Aiguamolls de l’Empordà.
Bueno, y a los que os gusta pasear, hacerlo por el Camino de Ronda es algo obligatorio, ya que podréis recorrer las diferentes playas y calas de Roses a través de un paisaje único.
A los que os gusta el mar, debéis saber que la Bahía de Rosas es considerada como una de las Bahías más bonitas del mundo. Con una gran variedad de playas y un sinfín de calas, Roses es un lugar ideal para pasar el día en familia y practicar deportes acuáticos gracias al agua tranquila y transparente que tiene. Las calas, pertenecientes al Cap de Creus, se merecen una visita y una instantánea, ya que la mezcla entre el verde de la vegetación y el azul del mar son la mezcla perfecta para una postal.
Aunque si no sois de bañaros, tampoco penséis que no vais a poder aprovechar estos lugares, porque Rosas ofrece uno de los mejores atardeceres que podrás ver en la vida.
Cadaqués
Cadaqués es un pequeño pueblecito situado al norte de l’Alt Empordà que tiene un encanto único y especial. A muchos, quizá os suene su nombre y lo relacionéis con el famoso pintor Salvador Dalí, y no vais mal encaminados. El pintor vivió muchos años en una cala de Cadaqués, más específicamente, en Portlligat. En ese mismo lugar pintó muchas de sus obras ya que fue su lugar de inspiración.
Para conocer Cadaqués de arriba-abajo, primero debes empezar por el casco antiguo y por sus callejuelas estrechas, que parecen un laberinto. En el punto más alto se encuentra la famosa Iglesia de Santa Maria de Cadaqués, que como habrás visto, es el icono del pueblo y lo que más resalta desde lejos. Rodeada de las casitas blancas que simbolizan Cadaqués, el origen de la actual Iglesia, se remonta en la época de piratería, cuando el pirata Barbarosa destruyó el antiguo edificio y los pescadores decidieron usar sus ganancias en la construcción de una nueva Iglesia.
Si bajamos a la costa, podréis daros cuenta que las aguas de Cadaqués están llenas de pequeñas embarcaciones balanceándose al ritmo de las olas, paisaje muy fotografiado por los visitantes y instagramers.
Uno de los grandes atractivos de Cadaqués, son playas y calas de aguas cristalinas perfectas para hacer submarinismo o snorkel. Incluso podrás descubrir algunos lugares no muy conocidos, como el Woodisde (un vapor inglés hundido) o la Cueva del Coral.
Para aquellos que os gusta más pisar tierra firme, Cadaqués tiene unas rutas de senderismo y trekking ideales para tener unas vistas espectaculares de los acantilados. Ya sea por el Camino de Ronda o por el antiguo camino de conduce al Faro del Cap de Creus, la aventura y la belleza está asegurada.
Seguramente, por todos esos rincones escondidos en Cadaqués, Dalí tenía toda la razón cuando dijo de Cadaqués “este es el lugar más bello del mundo y a veces uno se lo cree”.
L'escala
Quizá te suene el nombre de este municipio por sus famosas anchoas: las anchoas de l’Escala. Pues sí, tienes razón, es el producto gastronómico estrella del pueblo. La reputación de las anchoas de l’Escala se conoce mundialmente y muchos visitantes solo se acercan al pueblo para comprar este producto o para visitar alguna de las fábricas de anchoas.
Pero bueno, no todo en l’Escala son anchoas. Situada en el sur del Golfo de Rosas, es un pueblo marinero con varios poblados que marcan la historia y los orígenes del actual municipio. El más conocido es el pueblo medieval de Sant Martí d’Empúries, que fue sede del condado de Empúries en sus tiempos. Pasear por el vecindario es como transportarse a la época medieval. Aunque es bastante pequeño, el poblado no decepciona a nadie: es puro encanto. Además, ambos municipios (Sant Martí d’Empúries y l’Escala) quedan unidos por el paseo de Empúries, apto para ir andando o en bicicleta en el que podremos encontrarnos diferentes lugares turísticos como el yacimiento grecorromano, el muelle helenístico o el Mirador de les Coves.
El yacimiento grecorromano, más conocido como las Ruinas d’Empúries, se podría considerar el lugar el principal reclamo turístico de l’Escala (a parte de las anchoas, ¡claro!). Es uno de los yacimientos más importantes de Cataluña y tiene un valor histórico y cultural muy alto debido a su buen estado de conservación, tanto de los mosaicos del suelo que podemos encontrar en las casas señoriales, hasta del foro romano y del anfiteatro.
En fin, la naturaleza en l’Escala es espectacular. Entre el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà y el Parque Natural del Montgrí, las Islas Medas y el Ter, la aventura está asegurada. Hay una gran cantidad de rutas de senderismo y de bicicleta para descubrir los paisajes que rodean el municipio.
Figueres
Figueres, la capital de la comarca de l’Alt Empordà, es una de las ciudades más importantes de la província de Girona dado la proximidad con la frontera francesa.
Es una capital bastante pequeña si la comparamos con Girona o Barcelona, pero la verdad es que está llena de diferentes lugares de interés.
Quizá, uno de los más conocidos es el teatro-museo del pintor Salvador Dalí, lugar en el que se expusieron los primeros cuadros del pintor y en el que actualmente, podemos encontrar varias salas ambientadas, pinturas, la última habitación del pintor y su tumba. Es uno de los iconos de Figueres y es fácil de identificar, teniendo en cuenta que su fachada es de color rojo y está llena de panes, y de huevos.
El lugar más transitado de la ciudad es la famosa Rambla y la Plaza del Ayuntamiento. Es la zona más comercial de la ciudad y también es el lugar donde podemos encontrar algunos de los edificios más bonitos.
Uno de los lugares que no puede faltar en nuestra visita a Figueres es el Castillo de San Fernando (Castell de Sant Ferran). A tan solo diez minutos a pie del centro de Figueres, se encuentra esta fortificación de grandes dimensiones que se construyó para defender l’Empordà.
Port de la Selva
Port de la Selva es un municipio con orígenes totalmente pesqueros, teniendo en cuenta que las primeras casetas las hicieron pescadores que vivían en la Selva de Mar con el objetivo de guardar ahí sus herramientas y el pescado. Poco a poco, y tras varias dificultades, se formó el pueblo de Port de la Selva, tal y como lo conocemos actualmente.
Uno de los principales lugares turísticos es el Monasterio de Sant Pere de Rodes, declarado Bien Cultural de Interés Nacional situado a lo alto de una montaña. Las vistas desde arriba son espectaculares, por lo que es una visita obligatoria para cualquiera que visite Port de la Selva. Además, puedes aprovechar para visitarlo haciendo una ruta de senderismo desde el pueblo hasta el Monasterio, te aseguro que merece la pena y que no te arrepentirás. (Además, ¡la vuelta es bajada!, jeje)
Hablando de rutas, Port de la Selva es un lugar lleno de ellas, ideales para hacer senderismo o ciclismo de montaña. La más conocida es la que sigue el Camino de Ronda, que rodea el litoral y en la que podrás descubrir las diferentes playas y calas del pueblo.
Pero bueno, ten en cuenta que eres más de agua y menos de tierra, Port de la Selva es el lugar perfecto para practicar deportes acuáticos, ya sea esquí acuático, natación o remo. El mar es bastante tranquilo, y las aguas claras permiten disfrutar al máximo del deporte. Incluso hay calas escondidas a las que solo de puede llegar nadando o con alguna embarcación. ¿Te atreves a buscarlas?
Garriguella
Podemos encontrar Garriguella al norte de la comarca de l’Alt Empordà. El municipio se divide en dos núcleos. El primero que fue ocupado se conoce como “Baix Garriguella”. Aunque no sabemos mucho de su pasado, se encuentran los restos de la antigua capilla de San Sebastián. Pasear por centro del barrio es como un viaje en el tiempo… con portaladas de piedra de época que mantienen la arquitectura del siglo XVI.
El núcleo más poblado es Garriguella (Noves) y rodea la Iglesia de Santa Eulàlia, o mejor dicho, los restos.
A los más golosos quizá a muchos os suene el nombre de este pueblo por la Feria de la Garnatxa y el Bunyol, el lugar ideal para probar los famosos y deliciosos buñuelos de l’Empordà.
En Garriguella hay varios lugares de interés, como la Torre de la mala veïna, el Santuari de la Mare de Déu del Camp o el Mirador de la costa de la torre. Todos los lugares merecen la pena visitar, pero lo que realmente llama la atención de los turistas es el Paraje Natural de la Albera, un lugar espectacular con una gran variedad de flora y fauna, con muchas especies diferentes típicas del Mediterráneo y de los Pirineos. De hecho, uno de los lugares más visitados es el Centro de Reproducción de Tortugas, lugar de conservación y cría en cautividad de las tortugas en peligro de extinción de Catalunya o de otras partes del mundo. ¡Es una visita muy divertida para hacer con niños!
Maçanet de Cabrenys
Maçanet de Cabrenys tiene su origen desde la prehistoria, de ahí el menhir de la Pedra Dreta y otros restos megalíticos que se han encontrado.
En Maçanet de Cabrenys hay una gran cantidad de rutas para practicar senderismo o ciclismo, pero también hay rutas para conocer un poco más la historia que vivió el pueblo en su pasado. Por ejemplo, podemos hacer la Ruta del exilio, con tres caminos diferentes que siguieron una gran cantidad de personas durante el exilio del año 39.
Una de las bellezas que tiene Maçanet de Cabrenys y que pocos turistas conocen son las “gorgues”. Hay varias repartidas alrededor del municipio: la Gorga de les Dones; la Gorga del Cassó, la Farga… y sobretodo, mi favorita: la Gorga dels Tobogans, donde una roca tiene forma de tobogán y podemos lanzarnos al agua.
En este pueblo se encuentra un deporte muy curioso y a su vez, muy divertido: el futbolgolf. Sí, has leído bien, futbol y golf. ¿Has pensado en cómo sería chutar una pelota de fútbol con la intención de meterla dentro de un agujero? Suena raro, pero la verdad es que es pura diversión, la opción perfecta para pasar un buen rato en familia o con amigos. Además, estás rodeado de naturaleza ya que las pistas se encuentran en medio del corazón del bosque, a cielo abierto. ¿Tienes un plan mejor?
Palau saverdera
Palau-Saverdera ha ido cambiando mucho con el paso de los años. Poco a poco ha ido creciendo y recibiendo más habitantes.
Es un pueblo lleno de edificios históricos, quizá los más emblemáticos sean la Iglesia de Sant Joan de Palau-Saverdera del siglo XI y el Castillo de Palau-Saverdera del siglo XV, en el que se conserva la Torre de las Horas.
Un lugar muy visitado también es la Ermita de San Onofre. De hecho, es la protagonista de una de las rutas obligadas para todos los habitantes de Palau y alrededores. Se encuentra arriba del municipio y la verdad es que el blanco de la Ermita resalta entre los colores de la montaña.
También puedes hacer la ruta del poblado megalítico y descubrir los diferentes dolmens que aún se conservan.
Sant Pere Pescador
Sant Pere Pescador es un lugar lleno de paisajes maravillosos, rodeados de pura naturaleza. El municipio tiene unas playas y calas muy bonitas, de las más bonitas de la Costa Brava, con playas de dunas y arena fina. Además, al tener las aguas cristalinas, Sant Pere se convierte en un lugar ideal para practicar windsurf, vela o kayak.
A aquellos que no os gusta mucho el agua, tenéis otras opciones: hay muchas rutas de senderismo y zonas verdes para pasear, ir en bicicleta e incluso practicar equitación, como la ruta del Cortal de la Vila, l'Illa d’en Carlemany, el camino de la Llúdriga o el Camí Vell de Can Sopa, de diferentes duraciones y niveles.
Debes saber que los campos de cultivo y los campos frutales es uno de los detalles que marcan la diferencia entre Sant Pere Pescador y otro pueblo. Es el símbolo del municipio, así que si tienes oportunidad, aprovecha para pasear alrededor de los campos, disfrutar del aire fresco y observar los diferentes tipos de ave que se pueden ver dado la proximidad con els Aiguamolls de l’Empordà.
Castelló d'Empúries
Castelló d’Empúries es un pueblo muy conocido dentro de la comarca de l’Alt Empordà por sus orígenes medievales. De hecho, se celebra una de las fiestas más importantes de la zona, el Festival Terra de Trobadors, en la que todo el pueblo se convierte en un escenario medieval, con un mercado de paraditas y tiendecitas (¡ojo! que hasta cambian de moneda!), talleres, visitas guiadas, exposiciones, zonas temáticas…. Si tenéis oportunidad, es una feria que no os podéis perder.
En Castelló d’Empúries hay una gran variedad de Museos. Se puede visitar la Sinagoga del Puig Mercadal de la comunidad judía del siglo XIII. También puedes visitar el Ecomuseu-Farinera (muy recomendado para los peques de la casa) en el que descubrirás las diferentes técnicas y procesos de elaboración del pan que se usaban antiguamente y que han ido evolucionando hasta la actualidad. Otro museo que no te puedes perder es el Museo de Historia Medieval de la Cúria-Pressó, uno de los lugares más emblemáticos del municipio. Es un lugar lleno de historia que se puede visitar, en el que descubrirás cómo era la antigua prisión y su funcionamiento.
Castelló d’Empúries es un lugar lleno de cultura y historia, pero también un lugar magnífico para recorrer a pie o en bicicleta por lo diferentes caminos de los Aiguamolls o por los lagos. Además, puedes descubrir la “petita Venecia” en Empuriabrava, una urbanización de Castelló basada prácticamente en el turismo. Empuriabrava está llena de canales navegables directos a las residencias. ¡La verdad es que pasear en barca por los canales es todo un encanto!
Y por último… ¡cómo olvidar a los voladores! En Empuriabrava se encuentra el Windoor Realfly, un centro de vuelo indoor tanto para principiantes como para profesionales, así que si vas, ¡prueba el túnel del viento!