Costa Brava Qué hacer

8 caminos de ronda para hacer con niños en la Costa Brava

España cuenta con muchos destinos que son familiares a más no poder. El mejor ejemplo posible se encuentra ubicado en Cataluña. Nos referimos a la Costa Brava. Son muchas las actividades que pueden hacerse allí en compañía de niños, quienes disfrutan tanto como los adultos o incluso más. Una de las más recomendables es la de hacer caminos de ronda.

Algunos de ellos son algo complicados por las irregularidades que hay en el terreno o la gran elevación, la cual ocasiona desgaste físico a los peques. Sin embargo, hay 8 caminos de ronda que son ideales para realizarlos junto a tus hijos.

Camino de ronda de Begur

En Begur hay varios caminos de ronda, pero si lo que quieres es hacerlos con niños el más recomendable de todos es sin duda alguna el que empieza en Sa Riera y pasa por Illa Roja, así como por la Platja del Racó.

Ir y volver supone un recorrido de poco más de kilómetro y medio, por lo que basta aproximadamente una hora para completar el trayecto, el cual se disfruta de principio a fin sobre todo por las maravillosas vistas que pueden ser observadas.

El camino de ronda de Begur está en el norte de este precioso municipio de la Costa Brava. Para empezarlo hay que ir a la playa de Sa Riera. A mano izquierda están las escaleras que dan comienzo a este camino de ronda para hacer con niños.

No son las únicas escaleras que hay en el camino de ronda de Begur, pero en líneas generales es una ruta bastante sencilla. De hecho, es habitual ver a familias haciéndolo, las cuales quedan maravilladas con los atractivos que tienen las tres playas que son visitadas.

Camino de ronda de Calella de Palafrugell

Una de las ciudades más bonitas que hay en la Costa Brava es conocida como Calella de Palafrugell. Además, conecta con otra que también tiene un gran encanto: Llafranc. Precisamente el camino de ronda que une a ambos municipios es ideal para ser completado acompañado por tus hijos.

El trayecto es llano y llegar al final no es nada difícil. Además, existe la posibilidad de darse un chapuzón en las diversas playas a las que se llega al recorrerlo. Independientemente de si decidís parar en Canadell, Port Pelegrí o Port Bo, las aguas son tranquilas e invitan al baño infantil.

No es la única manera de hacer un pequeño break en el camino, puesto que el camino de ronda de Calella de Palafrugell pasa por áreas que están urbanizadas. Así pues, una buena idea consiste en parar en un bar o restaurante para tomar refrescos o helados.

Es innegable que este tipo de alicientes son clave para convencer a los peques de apuntarse a una salida que será inolvidable para toda la familia.

Aunque el camino de ronda de Calella de Palafrugell no es complicado, la parte final sí puede ser más exigente para los peques. Nos referimos al tramo que permite alcanzar el faro de San Sebastián, ubicado en el pueblo de Llafranc. Si todavía tenéis un buen depósito de energía es recomendable hacer un último esfuerzo, puesto que las vistas que hay desde este faro son espectaculares en todos los sentidos.

Camino de ronda de l’Almadrava

Roses es uno de los destinos de la Costa Brava más familiares. Esta ciudad conecta con otras a través de diversos caminos de ronda, pero si lo que quieres es pasártelo en grande con los niños, el que siempre suele aconsejarse es el que empieza en la preciosa playa de l’Almadrava y termina en otra que es icónica: Cala Montjoi.

El trayecto es bastante estrecho y está repleto de vegetación, así que incluso si lo hacéis en verano disfrutaréis de la sombra que proporcionan los pinos y otros árboles.

Un kilómetro después de haber dado comienzo al camino de ronda de l’Almadrava llegaréis a un cabo que recibe el nombre de punta Falconera. Tras quedar asombrados con las vistas que se obtienen desde este enclave llega el momento de seguir avanzando. Poco después llegaréis a la cala Lladó.

Son numerosas las calas y playas en general a las que se llega haciendo este camino de ronda por el que cada vez optan más familias. La conocida como Murtra es una de ellas, pero ten en cuenta que es nudista. Si quieres educar a tus hijos en base a los beneficios del naturismo no dudes en hacer una parada allí para refrescaros en las tranquilas aguas de esta playa.

El camino de ronda de l’Almadrava llega a uno de los lugares más emblemáticos de la Costa Brava. Nos referimos a la Cala Montjoi, de la cual seguramente hayas oído hablar en alguna que otra ocasión. Y no es para menos, puesto que en ella se ubicaba uno de los mejores restaurantes del mundo: El Bulli, de Ferran Adrià.

Camino de ronda de Lloret de Mar

Cada vez más familias que quieren disfrutar del turismo juntas no dudan en optar por Lloret de Mar. En esta ciudad de casi cuarenta mil habitantes pueden realizarse multitud de actividades, consistiendo una de las más exitosas en hacer el camino de ronda.

Se trata de un trayecto que es ideal para ser completado por niños pequeños. Aunque en ciertos tramos hay escaleras, no suponen dificultad alguna, sobre todo teniendo en cuenta la regularidad del resto del terreno.

Este camino de ronda que tanto frecuentan todo tipo de familias empieza en Lloret de Mar y, siguiendo la dirección de Blanes, se acaba llegando a varios puntos muy atractivos. Entre los que más gustan a los peques se encuentran los siguientes: cala Banys, playa de Fenals e incluso un castillo del siglo XI, conocido como Sant Joan.

Camino de ronda de l’Escala

Dos municipios con mucho encanto como son l’Escala y Sant Martí permanecen conectados por un camino de ronda muy recomendable para quienes hacen actividades en familia. Recibe el nombre de Paseo de Empúries, abarcando la ruta 2,5 kilómetros.

A diferencia de otros caminos de ronda para hacer con niños en la Costa Brava, el de l’Escala puede ser completado en bicicleta. Aun así, muchas familias optan por realizarlo a pie. En cualquier caso son visitadas varias playas de gran atractivo, así como incluso las ruinas de Empúries que permiten aprovechar la experiencia para culturizar a tus hijos a nivel histórico.

Justo después de terminar el camino de ronda, al volver al principio, podréis aprovechar la sombra que proporcionan los pinos allí presentes y las mesas del picnic para recuperar energía de la mejor manera posible.

Camino de ronda de Platja d’Aro

De todos los destinos turísticos con los que cuenta la Costa Brava, uno de los más populares a nivel mundial es Platja d’Aro. Y no es para menos, puesto que permite disfrutar de las vacaciones de muchas maneras distintas, resumiéndose una de ellas en hacer un camino de ronda muy familiar. Hablamos de aquel que da comienzo en Platja d’Aro y termina en otro municipio que también es frecuentado por familias: Palamós.

Precisamente allí podréis bañaros todos juntos, en concreto en la playa de Castell cuya arena es muy fina, mientras que el agua permanece bastante tranquila en todas las épocas del año.

Antes de llegar a esta playa los peques se lo pasan en grande, ya que es uno de los caminos de ronda de la Costa Brava más variados. A las vistas acuáticas hay que sumar muchos otros elementos como las ruinas de origen romano, pasadizos e incluso túneles.

Camino de ronda de Sant Feliu de Guíxols

Sant Feliu de Guíxols cuenta con un importante puerto marítimo. Precisamente en él da comienzo un camino de ronda que te hará disfrutar al máximo, así como a los niños que te acompañen en esta aventura turística.

En caso de que solo optéis por hacer el camino de ida, la distancia a recorrer es de un poco menos de dos kilómetros y medio. No hay dificultades a lo largo del trayecto, tratándose de tramos bastante sencillos incluso para niños de temprana edad.

En algo más de hora y cuarto seréis capaces de terminar el camino de ronda de Sant Feliu de Guíxols, el cual pasa por una zona que podéis aprovechar para hacer un parón de manera inmejorable: dándoos un refrescante y relajante chapuzón en la playa de Sant Pol.

Camino de ronda de S’Agaró

Saliendo de la playa de Sant Pol es posible llegar a una preciosa cala que recibe el nombre de Sa Conca y que está ubicada en S’Agaró. Para ello hay que hacer un camino de ronda que es muy familiar.

Antiguamente esta ruta no podía ser realizada por algunos niños pequeños y por personas de avanzada edad debido al desnivel, pero hoy en día gracias a la disposición de un elevador el esfuerzo a realizar es mínimo. Es por ello que el kilómetro y medio que abarca la ruta puede recorrerse en poco más de veinte minutos.

Durante el transcurso del paseo familiar podréis disfrutar de las vistas de una preciosa costa: la de S’Agaró, poniendo fin a la experiencia con un gratificante baño en Sa Conca, la cala que da por terminado el trayecto.