Históricamente los caminos de ronda de la Costa Brava han sido utilizados para varios fines distintos. Por ejemplo, algunos pescadores que acababan naufragando por la mala mar podían regresar a su puerto de origen, mientras que la policía aprovechaba estos senderos que recorren el litoral para mantener controlado cualquier tipo de contrabando o actividad delictiva que tuviera lugar en las costas.
Hoy en día los caminos de ronda son aprovechados con otros objetivos, siendo el más habitual el de disfrutar de unas vistas que no pueden obtenerse de ninguna otra manera. Hablamos de unas skylines acuáticas muy privilegiadas, especialmente las que ofrecen los siguientes 8 caminos de ronda. Todos ellos forman parte del ranking de los más bonitos de la Costa Brava.
Camino de ronda Tossa de Mar-Cala Pola
El primero de los caminos de ronda no es de los más fáciles que hay en esta zona turística de Cataluña, pero lo cierto es que el esfuerzo que debe hacerse para superar los desniveles del terreno merece mucho la pena.
Este camino de ronda es muy bonito, disfrutando de la gran belleza que desprende no solo el inicio: Tossa de Mar. Todo el trayecto es precioso, incluyendo por supuesto el final al que se llega después de haber recorrido tres kilómetros. Se trata de Cala Pola, de aguas tranquilas cuyo color es espectacular.
Antes de llegar a esta maravillosa cala también podrás disfrutar de otra distinta que recibe el nombre de Cala Bona. Las dos son altamente recomendables para darte un baño. Si sabes nadar bien tendrás la posibilidad de alcanzar unas cuevas que te sorprenderán.
Tanto al ir a Cala Pola como al volver a Tossa de Mar gozarás de unas vistas inolvidables, las cuales no exigen estar siempre bajo el sol, ya que este camino de ronda de la Costa Brava cuenta con una frondosa vegetación. Los pinos generan una agradable sombra que te permitirá completar la ruta incluso en pleno verano.
Camino de ronda Port de la Selva-Llançà
Este camino de ronda empieza en Port de la Selva y va pasando por varios enclaves turísticos como son el Faro de S’Arenella, además del Cabo de Bol. La ruta es de casi nueve kilómetros. Pueden parecer muchos, pero al tratarse de un terreno sencillo se recorren en aproximadamente dos horas.
A lo largo del recorrido hay varios puntos que llaman la atención por lo bonitos que son. Las Illes del Falcó son el mejor ejemplo posible. Otro de ellos es uno de los elementos más icónicos de la población de Llançà. Nos referimos al islote del Castellar.
No podrás evitar sacar la cámara o el móvil para fotografiar este islote que no solo llama la atención por el agua que lo rodea. También es destacable la presencia de un par de búnkeres que se mantienen en muy buen estado a pesar de haber sido construidos en los años treinta.
Camino de ronda Palamós-Calella de Palafrugell
A diferencia de otros caminos de ronda de la Costa Brava que destacan por ser bastante sencillos, no puede decirse lo mismo del que da comienzo en la preciosa ciudad de Palamós y finaliza en otra que es si cabe más bonita: Calella de Palafrugell.
Este tramo comprende un total de más de diez kilómetros. Recorrerlo exige seis horas de andar por un terreno que presenta irregularidades y desniveles, por lo que no es apto para aquellas personas que no tengan una buena condición física.
Ciertamente el esfuerzo merece la pena, ya que durante el Camino de ronda Palamós-Calella de Palafrugell se observan unas vistas que difícilmente olvidarás. De hecho, son muchos los turistas que consideran esta skyline la mejor de todas las que pueden contemplarse en la Costa Brava.
Camino de ronda Cadaqués-Portlligat
Muchos turistas creen que hacer un camino de ronda que sea bonito es sinónimo de enfrentarse a una ruta complicada, repleta de desniveles y de dificultades en general. Este tramo que une Cadaqués y Portlligat demuestra todo lo contrario.
En tan solo veinte minutos puedes recorrer los poco más de mil cien metros que abarca. Eso sí, tal vez te resulte algo lioso encontrar el origen del trayecto. Si también es tu caso, simplemente dirígete a la playa de Cadaqués y ve a la izquierda, concretamente en dirección a Es Poal.
Aunque la ruta comprende solamente algo más de un kilómetro, premia a quienes la completan mostrándoles varios encantos, incluyendo algunos con un gran valor histórico. Un claro ejemplo es el de la vivienda en la que se hospedó Pablo Picasso cuando pasó unas vacaciones en la zona hace más de un siglo.
La lista de elementos que van descubriéndose y visitándose en este camino de ronda va más allá. A los ya comentados hay que sumar una ermita conocida como Sant Baldiri, además de un espacio directamente relacionado con otra eminencia artística: Salvador Dalí. Se trata de su propia casa-museo.
Camino de ronda de Tamariu
Tamariu siempre ha sido sinónimo de pesca, lo cual se hace evidente en el camino de ronda. La ruta da comienzo en una bonita cala: Pedrosa, en el sur de la zona. El tramo te lleva a la zona norte, concretamente a otra cala, recibiendo en este caso el nombre de Aigua Xelida.
Si eres de playas de arena fina tal vez este no sea el camino de ronda más recomendable para ti, pero en caso de que te gusten las calas repletas de piedras, alucinarás con los paisajes tan bonitos que se dibujarán ante tus ojos. Y es que las que hemos mencionado antes no son las únicas que verás al hacer el camino de ronda, sumándose a la lista otras tan bellas como Cala d’en Roig y Gamarús.
Por supuesto, las barracas que utilizan los pescadores también están muy presentes en el camino de ronda de Tamariu. Los paisajes acuáticos son observados de manera privilegiada gracias a sus acantilados. Todos ellos tienen bastantes pinos, así que no solo hay sol en el trayecto, sino también bastante sombra.
Aun así, si quieres refrescarte una buena idea es la de aprovechar la poca distancia que hay respecto a calas tan atractivas para darte un chapuzón. A poder ser lleva contigo unas gafas con tubo de buceo, ya que así tendrás la posibilidad de alucinar con la fauna marina que rebusca comida entre las piedras de las playas.
Camino de ronda S’Agaró-Platja d’Aro
Aunque la distancia de este camino de ronda es considerable, abarcando un total de seis kilómetros y medio, puede completarse el tramo en solamente una hora. Ello es un claro indicativo de lo fácil que es.
En la Costa Brava hay caminos de ronda que son complicados de realizar, pero no es el caso del que empieza en S’Agaró y termina en Platja d’Aro. Ambas zonas presumen de un alto nivel de belleza, del cual disfrutarás desde un camino privilegiado que, además, destaca por ser bastante ancho.
Debido a lo bonito que es el camino de ronda S’Agaró-Platja d’Aro y a la nula dificultad que presenta el terreno, es bastante habitual ver familias recorriendo la ruta que no deja indiferentes a adultos, niños y personas de avanzada edad.
Camino de ronda playa de Pals-Sa Tuna
En la Costa Brava abundan los caminos de ronda que están hechos de tierra. Si bien es cierto que también están presentes en el de Pals-Sa Tuna, hay un pequeño tramo que es de asfalto, aunque es un porcentaje residual respecto a los más de cinco kilómetros que comprende el trayecto.
Terminarlo supone andar durante casi una hora, la cual se te pasará volando. Y no es para menos, ya que a lo largo de la ruta disfrutarás de unas vistas que no solo son bonitas, sino también muy relajantes. De hecho, son muchas las personas que optan por hacer este camino de ronda siendo conscientes de que la experiencia se traducirá en decir adiós al estrés.
Tras superar unas pocas escaleras llegarás a zonas tan bonitas como Cala Moreta, además de una playa conocida como Sa Riera. En ambas podrás bañarte, aunque lo más recomendable es esperar a llegar a Aiguafreda y posteriormente Sa Tuna. Y es que es todo un privilegio el hecho de poder darte un chapuzón en una zona pesquera tan atractiva.
Camino de ronda Cadaqués-Cap de Creus
Si quieres hacer un camino de ronda que sea bonito y largo a partes iguales, no dudes más: el que empieza en Cadaqués, pasa por Portlligat y termina en el Cap de Creus es el mejor que puedes realizar.
Son diez kilómetros en total, así que necesitarás cinco horas para finalizarlo. Lo que más destaca es la virginidad de la zona, un aspecto que se traduce en unas vistas espectaculares. Eso sí, también da pie a que no sea un sendero sencillo, especialmente si no estás acostumbrado a hacer caminos de ronda.
Debido a la belleza que desprende el lugar no podrás evitar hacer paradas cada cierto tiempo para admirar el escenario natural, además de inmortalizarlo con tu smartphone o cámara. Gracias a la sombra que proporcionan los árboles allí presentes obtendrás fotografías de muy buena calidad repletas de contrastes visuales.