Los 19 Museos en Baix Empordà mejor valorados
El Gran Museo de la Magia
El Gran Museo de la Magia, ubicado en la Costa Brava, es un lugar imprescindible para los amantes de la magia e historia. Con una impresionante colección de artículos mágicos y autómatas del siglo XIX, este museo ofrece una experiencia única y mágica de la mano de su fundador, el gran mago Xevi.
Durante la visita, los asistentes disfrutan de:
- Explicaciones detalladas y amenas sobre los objetos expuestos.
- Un recorrido de aproximadamente dos horas que mantiene a todos entusiasmados.
- Un espectáculo de magia al finalizar la visita que deja a todos los visitantes sorprendidos.
- Un ambiente acogedor y cálido proporcionado por Xevi y su hija, quienes comparten historias fascinantes de sus viajes y experiencias en el mundo de la magia.
Los comentarios de los visitantes destacan la amabilidad del personal y la increíble colección de objetos, lo que hace de este museo un lugar recomendable para todas las edades. Así que no lo dudes, ¡visítalo!
Ciutat ibèrica d'Ullastret
La Ciutat ibèrica d'Ullastret es un lugar impresionante que ofrece a sus visitantes una experiencia única para explorar la historia ibérica. Ubicada en la Costa Brava, esta magnífica ciudad arqueológica destaca por sus ruinas bien conservadas y su acceso a un museo fascinante que alberga numerosos restos de la época.
Las visitas son enriquecidas por una audioguía detallada, que capta la atención de los visitantes con explicaciones claras y entretenidas. Algunos aspectos destacados de esta experiencia incluyen:
- Parking gratuito y accesible.
- Posibilidad de realizar visitas guiadas y exploraciones interactivas.
- Entorno natural hermoso y tranquilo.
- Audioguía adaptada para niños, haciendo la visita familiar y educativa.
- Un museo con exposiciones interesantes y audiovisuales envolventes.
Los visitantes destacan la amabilidad del personal y la calidad del museo, así como la increíble conservación de las ruinas. La Ciutat ibèrica d'Ullastret es considerada un destino imperdible para quienes deseen conectar con el rico pasado de la península y es altamente recomendada para todas las edades.
Museu D'Arqueologia de Catalunya. Ullastret
El Museu D'Arqueologia de Catalunya, ubicado en Ullastret, es un lugar mágico que vale la pena visitar. Con una rica historia y un ambiente encantador, el museo ofrece una experiencia única tanto para adultos como para niños. Aquí podrás descubrir piezas arqueológicas de gran interés, las cuales están bien conservadas y expuestas.
Entre los aspectos más destacados de tu visita se encuentran:
- Personal muy amable y atento que proporciona información detallada.
- Exhibiciones interactivas, incluyendo un fascinante video recreativo que transporta a los visitantes a la época íbera.
- Disponibilidad de audioguías en varios idiomas para mejorar la experiencia educativa.
- Un aparcamiento gratuito y accesible.
- Una grata sorpresa para aquellos interesados en la historia y la arqueología, recomendado al 100%.
La experiencia es complemetada por un entorno al aire libre rico en vegetación, ideal para disfrutar de un día en familia. Ven y descubre la fascinante historia de nuestros ancestros en un museo que no deberías dejar de visitar.
Museo de Historia del Juguete
El Museo de Historia del Juguete, ubicado en La Rbla. 50, CP 17220, San Feliu de Guíxols, es un lugar encantador que te transporta de inmediato a la infancia. A pesar de su tamaño, la colección está excepcionalmente conservada y bien organizada, abarcando juguetes desde 1880 hasta 1980. La atención al cliente es destacable; el personal es muy amable y proporciona una introducción guiada que ayuda a los visitantes a entender mejor la exposición. La experiencia es perfecta para toda la familia, permitiendo revivir memorias nostálgicas y disfrutar de un recorrido divertido y educativo.
El museo también cuenta con un edificio modernista precioso que es un atractivo por sí mismo. Incluye un laberinto de terror que añade un toque divertido a la visita. Si bien hay un costo de entrada, la relación calidad-precio es excelente para la variedad de juguetes presentados. Altamente recomendado para aquellos que buscan una experiencia entretenida y entrañable.
El Tinglado
El Tinglado es un encantador restaurante ubicado en la hermosa Costa Brava, en el puerto de Sant Feliu de Guíxols. Este lugar único combina una decoración histórica con un ambiente acogedor, destacándose por su impresionante locomotora y vagón que adornan el interior del establecimiento.
Los visitantes elogian su menú diario, que ofrece una excelente relación calidad-precio, con platos bien elaborados y de calidad. El menú de fin de semana es también muy apreciado, destacando la paella y otros platos de marisco. Además, los comensales han destacado la amabilidad y profesionalidad de su personal, quienes brindan un servicio excepcional y cercano.
Entre su oferta culinaria, se pueden encontrar opciones equilibradas y variadas, que son perfectas para disfrutar en un ambiente agradable, ya sea en su terraza o dentro del restaurante, siempre con buenas vistas al puerto. Es un lugar recomendado para visitar con familia y amigos, ideal para celebrar momentos especiales, como bodas, ya que muchos clientes han expresado su gratitud por las magníficas experiencias vividas aquí.
Museu de la Pesca
Históricamente los seres humanos siempre han estado estrechamente relacionados con el mar en general, siendo el objetivo del Museu de la Pesca dar a conocer este vínculo existente, así como concienciar a los visitantes sobre un aspecto fundamental: la importancia que adquiere la pesca para la sostenibilidad de todo el territorio.
Este espacio museístico está ubicado en Palamós, concretamente en el puerto de una de las ciudades con más encanto de la Costa Brava. La ubicación elegida es inmejorable para conseguir que visitantes de todas las edades descubran qué patrimonio tanto natural como cultural e incluso social está asociado directamente a la pesca.
Recorrido
Desde el 2002, año en el que se inauguró el Museu de la Pesca, siempre se ha planteado el mismo recorrido que empieza desvelando la incógnita de qué es exactamente aquello que se pesca. Es en este espacio donde el mar Mediterráneo adquiere una especial relevancia, así como las diversas especies marinas que forman parte de él.
Seguidamente el recorrido pasa por un punto destinado a averiguar dónde se realiza la actividad de la pesca. Algunos caladores repletos de actividad pueden ser admirados en una exposición permanente que está muy bien acondicionada e iluminada para que la experiencia sea gratificante en todos los sentidos.
La próxima parada del recorrido museístico está estrechamente relacionada con los pescadores, quienes se convierten en los protagonistas, junto a varios compañeros de otras profesiones que también adquieren una especial trascendencia: desde los vendedores que comercializan el pescado que obtienen dichos pescadores hasta los mecánicos que arreglan sus embarcaciones para que puedan llevar a cabo con normalidad su actividad en el mar Mediterráneo.
En esta parte del recorrido los visitantes averiguan cómo eran los pescadores de antaño y cómo son los de ahora, compartiendo todos ellos el mismo espíritu superviviente, así como la valentía que siempre les ha caracterizado, especialmente al tener que hacer frente a jornadas laborales con una mar demasiado revuelta -bastante habitual en la Costa Brava-.
La penúltima fase del recorrido que comprende el Museu de la Pesca está dedicada a mostrar a los visitantes cómo se pescaba en tiempos anteriores, además de los métodos que se ponen en práctica hoy en día. Embarcaciones y utensilios pueden ser observados, destacando la gran mayoría de ellos por estar en un envidiable estado de conservación. Es meritorio especialmente en el caso de las barcas de pescadores, ya que el contacto directo con el mar y la corrosión parecen no haberles pasado demasiada factura.
Finalmente, el recorrido termina tratando de concienciar a cada visitante sobre lo importante que es dignificar la pesca, especialmente si se quiere que dicha profesión también tenga relevancia en el futuro.
Colección
A lo largo del recorrido anteriormente descrito se observan algunas piezas de la colección del Museu de la Pesca que merecen una mención especial, empezando por aquellas dos que atraen más miradas por parte de los visitantes. Nos referimos a un par de embarcaciones, conocidas como Estrella Polar y Gacela. Son muy distintas entre sí, dando ello a entender lo variado que era el sector en su momento y sigue siendo a día de hoy.
Continuando con lo referente a las embarcaciones, en este museo también hay un chigre que se utilizaba con tal de vararlas, así como sacarlas del medio acuático cuando había terminado la jornada de pesca.
Otro elemento que suele llamar bastante la atención de las visitas es el plato hecho de cerámica unos cuatrocientos años antes del nacimiento de Cristo. Concretamente es una parte que se conserva bien, incluyendo los crustáceos y los diversos peces que forman parte del conjunto a modo de decoración.
Por supuesto, en el Museu de la Pesca no faltan multitud de herramientas y utensilios en general que utilizaban antaño los pescadores, siendo actualmente algunos de ellos muy prácticos para la pesca del siglo XXI. Claros ejemplos son la brújula para orientarse y los flotadores de vidrio que se necesitan para la pesca de arrastre.
Tarifas
La entrada general individual tiene un coste de 5 euros. Los parados y los jóvenes de hasta dieciséis años han de pagar 2,50 euros por la entrada, mientras que los niños de edades comprendidas entre los cero y los seis años pueden acceder gratuitamente al Museu de la Pesca.
Museu del Suro
Históricamente el corcho ha tenido una gran importancia no solo para la Costa Brava, sino también para toda Cataluña en general. Tanto es así que en Palafrugell, en el año 1972, se decidió inaugurar un museo dedicado a este tipo de tejido vegetal. Nos referimos al Museu del Suro.
Las instalaciones elegidas para dar forma a dicha institución cultural fueron las de Can Mario. Se trata de una fábrica en la que antiguamente se trabajaba con el corcho, la cual hoy en día da cabida no solo a este espacio museístico, sino también a otro más. Centrándonos en el Museu del Suro, abarca varios edificios distintos: Cal Ganxó, naves industriales y una estructura que fue construida recientemente.
Basta con echar un vistazo al exterior de este museo para darse cuenta de lo distinta que es dicha obra reciente respecto a las demás, las cuales sí tienen una cierta antigüedad.
Continuando con el exterior, lo que más llama la atención es sin duda alguna la fachada principal. En el año 1907 el arquitecto General Guitart fue el encargado de ornamentarla, poniendo en práctica sus conocimientos de modernismo que le llevaron a dar forma a una pieza única que a día de hoy todavía se conserva bastante bien.
Colección
Hablando del estado de conservación, ciertamente es muy bueno el de todos los elementos que conforman la colección del Museu del Suro. Por ejemplo, la máquina de barrina no presenta el más mínimo signo de oxidación.
A través de la colección de este museo puede averiguarse cómo fue evolucionando el corcho en toda España, sirviendo no solo para el embotellado. Y es que en su momento también se utilizó con tal de dar forma a algunas obras literarias. De hecho, hoy en día se conserva a la perfección el considerado como primer libro realizado a base de corcho: El Quijote.
Aquí no termina la lista de elementos que forman parte de la gran colección de este museo. A los ya mencionados hay que sumar otros muy interesantes como la máquina de esmeril y una rueda de bicicleta hecha de corcho.
Salas
Dos de las naves del Museu del Suro están destinadas a ser visitadas por quienes tienen interés en el apasionante mundo del corcho, abarcando varias salas que son bastante diferentes unas de otras.
La primera de ellas es la de la exposición permanente. Es la más extensa de todas, comprendiendo un total que supera ampliamente los mil metros cuadrados. Es por este motivo que los responsables del espacio museístico se vieron obligados a distribuirla a lo largo de dos plantas del edificio.
Por otra parte, la sala que recibe el nombre de Manufacturas es bastante más pequeña, ya que abarca algo menos de doscientos cincuenta metros cuadrados. En este caso hay que acudir a la planta baja para ver los diversos elementos que se muestran en esta exposición temporal.
Entre aquellas dos naves que hemos mencionado antes se encuentra el Espacio Geminus cuyo aforo comprende un máximo que supera por poco los treinta visitantes. Todos ellos pueden participar en unos talleres muy amenos que suelen gustar mucho tanto a adultos como a niños pequeños, tal como demuestran las buenas opiniones que están publicadas en Internet.
Por si fuera poco, el Museu del Suro pone a disposición de los visitantes un auditorio. Algo más de cien visitantes pueden disfrutar de varias proyecciones de material audiovisual sin necesidad de estar de pie, ya que la sala está acondicionada con sillas, lo cual es de agradecer. Este espacio es conocido como Miquel, Vincke & Meyer.
Finalmente, el módulo destinado a la acogida es otra importante sala del Museu del Suro. Echándole un rápido vistazo se evidencia lo nueva que es dicha construcción, la cual finalizó en el año 2011. Los visitantes reciben una buena bienvenida en este espacio, el cual también opera a modo de tienda. Así pues, quienes lo deseen pueden terminar la visita al museo haciéndose con algún que otro souvenir.
Tarifas
La entrada individual tiene un coste de 3€, mientras que para la reducida hay que pagar 1,5€, pudiendo aprovechar este descuento los jubilados y estudiantes.
Por otra parte, los niños de menos de doce años y las personas discapacitadas, así como los parados, tienen acceso gratuito al museo. Entrar en el Museu del Suro a coste cero también es posible para el resto de visitantes el último sábado de cada mes.
Terracotta Museu de Ceràmica
Si te gusta la alfarería, así como la cerámica industrial en general, hay un museo en la Costa Brava que no te puedes perder: Terracotta Museu de Ceràmica, ubicado en La Bisbal d’Empordà.
El edificio en el que está ubicado este espacio museístico empezó a construirse en 1922, finalizando la estructura seis años después. Sin embargo, no fue hasta el 1991 cuando se llevó a cabo la inauguración del museo, el cual pasó a abarcar una superficie enorme de alrededor de seis mil metros cuadrados.
En concreto, el edificio era una fábrica en la que se elaboraban todo tipo de revestimientos cerámicos. Recibía el nombre de Terracotta, por lo que no es de extrañar que estas instalaciones sean conocidas como Terracotta Museu de Ceràmica.
La fábrica Terracotta decidió poner fin a las labores profesionales que se llevaban a cabo en ella a mediados de los ochenta. Unos años después, el ayuntamiento de La Bisbal d’Empordà decidió hacerse con el edificio, el cual procedió a reformar con la clara intención de inaugurar un museo.
Históricamente la alfarería ha contado siempre con mucha trascendencia en esta localidad de la Costa Brava. La trayectoria del oficio del alfarero, el cual se popularizó en La Bisbal d’Empordà en el siglo XVI, es repasada en un museo que no deja indiferente a ningún visitante.
Todas las visitas quedan sorprendidas al ver las exposiciones temporales que dieron comienzo justo cuando se fundó el museo, sucediendo exactamente lo mismo con la permanente que vio la luz en el año 1998. La suma de ambas exposiciones ha dado pie a que hoy en día esté en el ranking de mejores museos españoles dedicados íntegramente a la cerámica.
Exposición
Al visitar el Terracotta Museu de Ceràmica es posible ver los hornos que antiguamente se utilizaban para dar forma a los productos que después se comercializaban. También son visualizables las chimeneas que evacuaban convenientemente el humo que se generaba durante el proceso de fabricación.
La exposición de este museo se divide en cuatro partes muy diferenciadas, centrándose la primera de ellas en la cerámica en general. A lo largo de esta parte los visitantes interiorizan los numerosos usos que llegaba a tener a nivel decorativo, así como la gran relevancia que adquirió la cerámica en su momento en el ámbito artístico.
Seguidamente la exposición pasa a centrarse en la cerámica de una época en concreto: la pre-industrial, profundizando sobre todo en la que tenía lugar en La Bisbal d’Empordà. Se elaboraba utilizando tornos, mientras que los hornos que funcionaban con leña eran utilizados en una sola ocasión para cocer los elementos de cerámica.
En esta parte de la exposición del Terracotta Museu de Ceràmica también se describen con todo lujo de detalles los diversos acabados que eran propios de este municipio de la Costa Brava, los cuales siguen presentes hoy en día en los productos de cerámica a los que se dan forma en dicha población: vidriado, fumado y rústico.
La siguiente parte correspondiente a la exposición museística guarda relación con la cerámica industrial. Los visitantes se sorprenden al comprobar lo mucho que evolucionó la profesión del alfarero gracias a las máquinas que pasaron a utilizarse, las cuales ahorraban muchísimo tiempo y permitían obtener resultados de excelente calidad.
Finalmente, ahora que hemos hablado de los profesionales que se dedicaban a la alfarería llega el momento de abordar la última parte de la exposición, destinada precisamente a los creadores. La cerámica de tipo artístico adquirió una especial relevancia en La Bisbal d’Empordà cuando empezó el siglo XX, lo cual se refleja a la perfección en este museo.
Espacios
El Terracotta Museu de Ceràmica consta de varios espacios, siendo el de mayor importancia la sala que está destinada a albergar las exposiciones temporales, las cuales van renovándose cada cuatrimestre. En líneas generales los ceramistas que aparecen en esta sala suelen ser muy populares a nivel nacional, tratándose de profesionales con una gran experiencia.
‘La Peixera’ es otro de los espacios que forman parte del museo, centrándose sobre todo en la cerámica contemporánea. Por su parte, ‘Actualitat’ hace honor a su nombre mostrando a los visitantes las obras más recientes, las cuales reflejan a la perfección las técnicas modernas que ponen en práctica los mejores profesionales de la cerámica que trabajan en La Bisbal d’Empordà.
Por último, ‘El Forn’ es un espacio muy destacable no solo por la presencia de cuatro hornos que antiguamente eran utilizados para elaborar creaciones cerámicas. Adicionalmente allí también se exponen algunas piezas que forman parte de colecciones de gran valor, tanto públicas como de origen privado.
Tarifas
La entrada individual al Terracotta Museu de Ceràmica cuesta 5€. El precio de la entrada reducida es de 2,5€, así que si formas parte de un grupo reducido, eres jubilado o estudiante pagarás menos por disfrutar de la experiencia cultural.
Acceden gratuitamente al museo los menores de diez años si la visita no es guiada, así como los discapacitados y los ciudadanos que residen en La Bisbal d’Empordà.
Museu de la Mediterrània
Can Quintana fue el edificio elegido para albergar el Museu de la Mediterrània. En su momento, concretamente cuando dio comienzo el siglo XVI, era una vivienda de tipo solariego que estaba ubicada en Torroella de Montgrí, un municipio perteneciente a la Costa Brava. Muchos años después, en el 2003, se decidió inaugurar allí un espacio museístico que trata de difundir todo aquello que tiene relación con el Mediterráneo en general.
Lo primero que destaca del Museu de la Mediterrània es lo interactivo que llega a ser. Precisamente por ello es habitual ver a niños pequeños en estas instalaciones. De hecho, muchas escuelas tanto de la Costa Brava como de otras zonas de Cataluña organizan excursiones que incluyen una visita a este museo.
Tanto los niños como los adultos que lo visitan se empapan de mucha información que está conducida con un hilo musical, el cual acompaña perfectamente durante toda la experiencia. Lo mismo puede decirse de los sonidos que también van reproduciéndose.
De las diversas instalaciones que forman parte de la Red de Museos de la Costa Brava, el Museu de la Mediterrània es uno de los más exitosos. Ello no es de extrañar teniendo en cuenta la gran calidad que tienen sus exposiciones.
Exposiciones temporales
Este museo ofrece a los visitantes un total de tres exposiciones temporales que plantean experiencias culturales muy distintas unas de otras. La primera de ellas recibe el nombre de Espacio Montgrí. En la sala destinada a dicha exposición es habitual ver toda clase de obras de arte contemporáneo.
Seguidamente toca hablar de otra exposición temporal que llama mucho la atención de quienes visitan el Museu de la Mediterrània. Se trata del Espacio Medes, el cual habría sido inviable sin la generosa aportación de Martínez-Solans.
Concretamente fueron donados multitud de cuadros, los cuales forman parte hoy en día del Espacio Medes. Todos ellos fueron creados por un pintor que, en su momento, era un icono de Torroella de Montgrí. Y no es para menos, puesto que Francesc Gimeno, a pesar de haber nacido en Tortosa, vivió en esta ciudad de la Costa Brava durante unos años.
Por último, la exposición temporal conocida como Espacio Baix Ter alberga todo aquello que, de una u otra manera, está relacionado con la zona del Mediterráneo. Las piezas expuestas no solo son pinturas como las de Joan Fuster, sino también elementos arquitectónicos como aquellos a los que en su momento dio forma Rafael Masó, quien fue uno de los principales impulsores del Novecentismo.
Colección
El Museu de la Mediterrània cuenta con una extensa colección de la que forman parte muchos elementos destacables. Uno de ellos recibe el nombre de flabiol, tratándose de un instrumento que antiguamente era utilizado habitualmente por los músicos catalanes. A la lista de instrumentos con muchos años a sus espaldas hay que sumar el conocido como lira, disponiendo en este museo de la de tipo cretense.
La colección de dicho espacio museístico alberga también algunas piezas de cerámica romana con una característica tonalidad que es rojiza y brillante a partes iguales. Sorprende el buen estado en el que se encuentran, sobre todo teniendo en cuenta que pertenecen a la época del primer emperador romano: Augusto. Es decir, acumulan más de dos mil años de antigüedad.
Perteneciendo el museo a Torroella de Montgrí, no sorprende que algunos de los elementos más destacables de su colección hayan sido obtenidos en el macizo del Montgrí. Un claro ejemplo es el Pico de la época prehistórica. Otra muestra es la del capitel que se extrajo del castillo, una pieza arquitectónica que también se conserva bastante bien.
Tarifas
Acceder a este espacio museístico, disfrutar de las exposiciones temporales y admirar su amplia colección es gratis sea cual sea la edad de los visitantes.
Museo Can Mario
El Museo Can Mario, ubicado en la Costa Brava, en Plaça de Can Màrio 7, CP 17200, es un espacio dedicado a la escultura contemporánea que ha sorprendido a muchos visitantes. Este museo, parte de la Fundació Vila Casas, alberga una magnífica colección de obras de destacados artistas catalanes.
Los visitantes han destacado la calidad y variedad de las exposiciones, tanto permanentes como temporales, lo que convierte a este lugar en una experiencia imprescindible para los amantes del arte. Entre las exposiciones temporales, se han mencionado colaboraciones impresionantes entre figuras como Miró, Gaudí, y Gomis, lo que añade un valor único a la visita.
Además, el ambiente tranquilo del museo permite disfrutar de las obras con calma, y su accesibilidad tanto en precios de entrada como en horarios de visita ha sido apreciada por muchos usuarios. Este lugar no solo es un referente cultural en Palafrugell, sino que también es considerado por algunos como uno de los mejores museos de la provincia de Girona.
Desde visitas guiadas hasta exposiciones que estimulan los sentidos, el Museo Can Mario se presenta como un lugar de descubrimiento donde cada visita resulta en una nueva sorpresa.
Espai Carmen Thyssen
Situado en la hermosa Costa Brava, el Espai Carmen Thyssen, ubicado en el antiguo monasterio de Sant Feliu de Guíxols, es un lugar excepcional para disfrutar de la cultura y el arte. Ofrece un ambiente único que fusiona la historia del monasterio con una colección impresionante de obras de artistas reconocidos, entre ellos, Sorolla y Picasso.
Con exposiciones temporales que siempre generan expectación, sus visitantes destacan:
- Un lujo de espacio para disfrutar del arte.
- Un lugar mágico que invita a la reflexión y la creatividad.
- Personal amable y dispuesto a ayudar en cada visita.
- Un ambiente bien mantenido que respeta la historia del lugar.
- Interesantes exposiciones en un edificio emblemático que enriquecen la experiencia del visitante.
El Espai Carmen Thyssen es, sin duda, una visita obligada para quienes buscan sumergirse en el arte en un entorno privilegiado.
























