Dónde dormir en Alt Empordà
Parc Natural dels Aiguamolls de l'Empordà
De todos los Parques Naturales que hay en la Costa Brava, sin duda uno de los más importantes a nivel nacional e internacional es el conocido como Aiguamolls de l’Empordà.
En el Empordà hay dos ríos que son conocidos como Muga y Fluvià. Entre estos dos espacios fluviales se ubica una zona húmeda que fue inaugurada en el año 1983 y que anualmente es visitada por multitud de personas.
Se trata de un espacio completamente natural que está protegido. El Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà abarca una superficie de más de cuatro mil setecientas hectáreas. Es por este motivo que comprende un total de nueve municipios distintos: Sant Pere Pescador, Roses, Perelada, Pedret i Marzà, Pau, Palau-saverdera, L’Escala, L’Armentera y Castelló d’Empúries.
Ecosistemas
Uno de los aspectos más destacables de este Parque Natural es la gran variedad de ecosistemas que se dan cita en él. Primeramente toca hablar del que más suele atraer las miradas de los visitantes: el de las marismas que están formadas por agua dulce.
Castelló d’Empúries antiguamente contaba con un lago. Sus restos son los que pueden verse en los Aiguamolls de l’Empordà. Al estar en una zona más bien interior, a una considerable distancia respecto al mar, las aguas de estas lagunas no tienen la salinidad de la costa.
Continuando con las marismas, tanto el agua dulce como la profundidad dan pie a que la vegetación que puede admirarse en este lugar poco tenga que ver con la de otras zonas de la Costa Brava, lo cual es fruto no solo de la menor salinidad, sino también del elevado porcentaje de humedad.
A medida en que fueron pasando los años, los propios Aiguamolls de l’Empordà promovieron proyectos pensados para recuperar lagunas cuyo estado no era el deseable, así como crear algunas completamente nuevas, siempre respetando al máximo la naturaleza del lugar.
Habiendo hablado anteriormente del mar, no puede pasarse por alto este otro ecosistema que también llama mucho la atención de quienes visitan el Parque Natural. Justo en frente del espacio natural protegido hay un área costera que destaca por combinar a la perfección la arena fina con aquella que presenta un cierto grosor.
Por supuesto, en los Aiguamolls de l’Empordà también hay playas, las cuales son espectaculares. Básicamente ello es fruto de ser completamente vírgenes. No hay otras en la Costa Brava, siendo el principal objetivo del Parque Natural el de seguir preservando la virginidad de dichas zonas.
Precisamente después de estas playas vírgenes están ubicadas las conocidas como llaunes. En concreto son unas lagunas repletas de vegetación a la que los locales dan el nombre de salsura. Tanto los juncos como las arroyuelas cuentan con una gran presencia en este ecosistema.
En el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà es habitual ver alguna que otra masía, además de ciertas construcciones que se integran perfectamente sin pasarle factura al paisaje. De hecho, tanto la flora silvestre como los animales agradecen su presencia, ya que utilizan dichas estructuras a modo de refugios.
Por otra parte, no pueden pasarse por alto los numerosos cultivos que hay en el espacio protegido. Antiguamente eran otros distintos, tratándose más bien hoy en día de árboles que dan todo tipo de frutas, así como de maíz y girasoles. En este sentido es destacable que, desde el año 1983, poco a poco fue recuperándose un cultivo en concreto: el del arroz, muy típico de esta zona de l’Empordà.
A su vez, obviando los ríos anteriormente mencionados, es destacable otro aspecto hidrográfico que forma un ecosistema repleto no solamente de acequias, sino también de ramblas muy distintas unas de otras. Es por este motivo que los amantes de la botánica quedan sorprendidos al ver la vegetación allí presente, asombrando también la fauna que se da cita en este lugar.
El último ecosistema es el de los cerrados: prados que habitualmente pueden verse en l’Empordà y que en este caso, durante la época de lluvias incesantes, pasan a inundarse dando forma a un paisaje inolvidable. Algunos de los árboles que hay son los álamos y los fresnos.
Itinerarios
Debido precisamente a la gran cantidad de ecosistemas que hay, así como a la enorme superficie abarcada, son numerosos los itinerarios por los que se puede optar. Los que verás a continuación están ordenados en base a la longitud total comprendida.
Mig de dos Rius
El primero de los itinerarios abarca un kilómetro y medio, por lo que puede ser completado en poco tiempo. Es ideal para aquellos visitantes que disponen de una hora o incluso menos para disfrutar del Parque Natural. Para completarlo hay que pasar por la parte izquierda de uno de los ríos: Fluvià, poco antes de la desembocadura.
Lo más sorprendente de Mig de dos Rius es sin duda alguna la vegetación. Es inevitable quedarse asombrado por la belleza que desprenden las orquídeas, así como los demás elementos vegetales presentes tanto en el prado como en el bosque.
Como es de esperar, estamos ante un itinerario que también es disfrutado por aquellas personas que se lo pasan en grande contemplando fauna que es difícil de ser avistada, siendo un claro ejemplo el pájaro negro y amarillo que recibe el nombre de oropéndola.
Vilaüt
Ahora que hemos hablado de las aves, es un buen momento para mencionar el que se convirtió en el primer observatorio de este tipo de animales que vio la luz en toda Cataluña. Precisamente fue creado el mismo año en que se inauguró el Parque Natural: 1983.
Dicho observatorio puede verse en un itinerario realizable tanto caminando como yendo en bicicleta, aunque en este último caso conviene ir a un ritmo lo más bajo posible para que la experiencia sea duradera.
El mejor momento para hacer el itinerario Vilaüt es la primavera. Y es que durante el transcurso de esta estación del año pueden verse una enorme cantidad de flores muy coloridas, recibiendo a los visitantes con un espectáculo de tonalidades: desde las amarillas de los lirios hasta las rosas y naranjas de los ranúnculos. Además, entre mayo y junio es posible ver cómo llegan al lugar algunas aves que no son nada fáciles de avistar.
Desde el Mas del Matà hasta las lagunas
Este itinerario puede ser realizado por personas que tienen alguna dificultad en lo referente a la movilidad, pudiendo desplazarse en silla de ruedas. También es posible completarlo llevando a un bebé en su respectivo cochecito.
La ruta empieza en Cortalet y es de dos mil trescientos metros. Es un recorrido idóneo para quienes quieren ir haciendo paradas, puesto que hay repartidos una gran cantidad de observatorios que permiten deleitarse observando tanto la fauna como la flora del lugar.
Desde el Cortalet hasta los Estanques Europa
Si quieres hacer una ruta un poco más larga, una de las que suelen recomendarse para los senderistas y ciclistas es esta de cuatro kilómetros. Aunque es un itinerario disfrutable todo el año, es destacable la nula presencia de vegetación elevada, por lo que la sombra es inexistente. Es por este motivo que, en caso de hacerlo en plena estación veraniega, la crema solar es imprescindible.
La ruta pasa por un punto que suele dar pie a que todos los visitantes saquen sus móviles y cámaras para hacer fotos inolvidables: el puente de Empuriabrava que pasa por encima del río Muga, ofreciendo unas vistas espectaculares.
Itinerario Natural del Fluvià
Terminamos con dos itinerarios que están recomendados sobre todo para los amantes del ciclismo, ya que la distancia a recorrer es considerable, especialmente la del último itinerario. En este caso hablamos de un total de casi nueve kilómetros.
En Sant Pere Pescador hay un centro en el que se informa a los visitantes, siendo precisamente este punto en el que da comienzo la ruta. Siguiendo el Fluvià, concretamente por la parte derecha del río, se llega a la bonita desembocadura, así como a unas dunas que permiten admirar una bonita vista playera.
Lo que más sorprende a quienes se animan a hacer este itinerario es la diversidad de los ambientes a lo largo de ocho mil seiscientos metros.
Ruta de los Estanques
La lista de itinerarios termina con otro que sí o sí hay que hacer en bicicleta. Y es que abarca más de treinta kilómetros en total, partiendo del Cortalet y llegando nuevamente a este punto, puesto que se trata de un trayecto de tipo circular.
Tras dar comienzo a la salida se llega a Vilaüt, pasando por toda clase de campos en los que se cultivan multitud de alimentos, bosques que están llenos de vegetación, marjales con un alto nivel de humedad y, en definitiva, escenarios que poco tienen que ver unos con otros.
La Ruta de los Estanques es con diferencia la ruta más variada de todas. De hecho, incluso pueden verse un par de ermitas con mucha antigüedad a sus espaldas, siendo Sant Antoni la que más miradas atrae, aunque Sant Joan dels Erms también desprende un gran encanto sobre todo por la zona en la que está ubicada.
Cómo llegar
No es complicado llegar al Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà, sea cual sea la vía por la que optes: autobús, tren o transporte privado.
Autobús
Tienes que ir a Castelló d’Empúries, población a la que llegan los autobuses que salen de Figueres. Desde el municipio medieval es posible coger otro autobús que cuenta con una parada precisamente en el espacio protegido que pretendes visitar.
Tren
La línea que conecta Barcelona con Portbou es la que ha de ser tomada, bajando en la estación de Figueres que conecta con el autobús, debiendo entonces realizar el plan anteriormente descrito para ir de esta ciudad a Castelló y llegar a los Aiguamolls de l’Empordà.
Vehículo privado
Tanto si vas en coche como si prefieres la moto o cualquier otro vehículo privado, has de circular por la autopista AP-7 en dirección a La Jonquera, localidad fronteriza con Francia. Sal por Figueres Sud (4), mientras que si vas en sentido inverso tendrás que hacerlo por Figueres Nord (3).
Sigue el trayecto de Roses y, pasando por la A-2, llegarás a la C-260. Cuando pase a ser una autovía ve contando las rotondas, puesto que en la quinta hay un desvío que indica el nombre de una población clave: Sant Pere Pescador. Toma esta salida que dirige a los Aiguamolls de l’Empordà, también señalizados en el mismo cartel.
Tras haber recorrido aproximadamente tres kilómetros podrás desviarte a la izquierda para iniciar un corto trayecto que te llevará al Cortalet.
Tarifas
Es gratis disfrutar de las más de trescientas especies de aves que van constantemente cambiando debido a las migraciones, así como de las dunas, los estanques y el resto de atractivos con los que cuenta el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà.
Dónde aparcar
En caso de que quieras aparcar justo en El Cortalet, lugar en el que empiezan muchos de los itinerarios, tendrás que abonar un importe de cinco euros.
Si prefieres no pagar por el aparcamiento, en el Mas Matà hay otro parking que puede ser utilizado para dejar tu vehículo privado a coste cero.
Paratge Natural d'Interès Nacional de l'Albera
En la Costa Brava hay una zona que, en el año 1986, pasó a estar catalogada como un monumento natural: la Sierra de la Albera, un paraje de interés nacional que cuenta con una superficie de más de cuatro mil doscientas hectáreas.
La gran extensión de este espacio se evidencia con el total de municipios que comprende. En concreto son tres: Rabós, Espolla y La Junquera. Así pues, se encuentra muy cerca de la frontera de Francia.
En El Pertús, un pequeño pueblo francés, hay un puerto. Justo allí da comienzo la parte de los Pirineos que se engloba dentro de la Sierra de la Albera, terminando en la Costa Brava.
Hablamos de una de las sierras más importantes de Cataluña sobre todo por la gran cantidad de cumbres con las que cuenta, las cuales tienen una considerable elevación. El récord se lo lleva el Puig Neulós, alcanzando los 1.257 metros en total.
A lo largo de sus 25km de longitud es posible ver numerosos atractivos, estando distribuidos en un par de reservas naturales de carácter parcial. La más pequeña, a pesar de cubrir una superficie de 395 hectáreas, es aquella que se ubica en un río conocido como Orlina, siendo el principal objetivo de esta zona el de proteger tanto los robledales como los múltiples hayedos presentes en el área.
La otra reserva natural parcial inicialmente tenía 580 hectáreas, pero se amplió con cien más tan solo un año después de declararse paraje natural de interés nacional. A diferencia de la primera, la vegetación queda relegada a un segundo plano para centrar la protección sobre todo en un animal en concreto: la tortuga que acostumbra a dejarse ver en el Mediterráneo.
Fauna
Ahora que hemos mencionado esta tortuga es un buen momento para profundizar en la fauna que está presente en el Paraje Natural de Interés Nacional de La Albera. Antes de describir las demás, conviene seguir incidiendo en estos seres herpetológicos, ya que en el resto de la península ibérica no hay poblaciones de dichos animales. Así pues, no es de extrañar que se haga todo lo posible por protegerlos.
No son las únicas especies que hacen acto de presencia en este lugar que es sinónimo de naturaleza en estado puro. Precisamente los que pertenecen a la herpetología también son habituales, sobre todo las ranas, debiendo añadir a la lista multitud de lagartos e incluso serpientes.
Obviando los reptiles y los anfibios, no pueden pasarse por alto la infinidad de aves que pueblan el Paraje Natural de Interés Nacional de La Albera. Concretamente la cifra de especies supera ampliamente el total de doscientos, así que cada día es posible avistar nuevos pájaros muy distintos unos de otros.
Tras haber hablado de las aves, ahora es el turno de los peces. Son abundantes, especialmente los que más llaman la atención por sus grandes dimensiones: los barbos de montaña. Las truchas, por su parte, también se dejan ver en este lugar.
Finalmente los mamíferos conforman una parte importante de la fauna del monumento natural. El número de especies llega a los 44, dando pie a que tan solo el 25 por ciento de los mamíferos que hay en toda Cataluña no puedan ser vistos en la Sierra de la Albera.
De todos los mamíferos que conviven en el paraje natural de interés nacional, sin duda alguna el más importante es la vaca de la Albera. No sorprende que reciba este nombre, puesto que es endémico del lugar. De hecho, estamos ante animales semisalvajes, de los cuales aproximadamente solo hay cuatrocientos a nivel mundial.
Flora
Si los animales adquieren mucha importancia para el Paraje Natural de Interés Nacional de La Albera, no se quedan atrás los elementos vegetales que también cuentan con una notable presencia en el lugar.
La zona San Quirico de Colera-Balmeta es típica del Mediterráneo en general, tal como demuestran no solamente sus matorrales, sino también los alcornocales. Desafortunadamente se trata de un área que acostumbra a ser castigada por incendios, los cuales pasan una grave factura al monumento natural.
El otro sector presenta una flora muy distinta a la recientemente comentada. Hablamos del Requesens-Baussitges, siendo una vegetación con un mayor nivel de humedad y con unas características que poco tienen que ver con las de la otra flora gracias sobre todo a la elevación. En este caso hablamos de hayedos, encinares, robledales y castaños. Por si fuera poco, en muchas cumbres pueden apreciarse los preciosos prados alpinos que son habituales en las cordilleras.
Aquí no termina la lista que forma parte de la flora del lugar. Y es que la que es propia de la ribera está presente cerca del río cuyo nombre es Anyet. Los alisos son numerosos, además de los sauces y los fresnos.
Visitas imprescindibles
Si decides visitar el Paraje Natural de Interés Nacional de La Albera podrás optar por varios itinerarios que describiremos más adelante. Sea cual sea tu elección, no conviene que dejes pasar una serie de puntos de gran interés, los cuales por unos u otros motivos resultan muy atractivos.
Castillo de Requesens
Esta sierra no solo es la perfecta definición de naturaleza. En ella también hay construcciones que merecen mucho la pena, siendo un claro ejemplo el castillo de Requesens que se construyó en la época medieval. Hace un par de siglos se reformó, basándose los encargados de hacerlo en un estilo que recuerda mucho al romanticismo.
Si te encuentras en la llanura podrás ver a la perfección dicha estructura, la cual se ubica concretamente en la colina de un valle muy cerca de uno de los ríos que pasan por el monumento natural: el Anyet.
Estructuras románicas
Continuando con las estructuras, otras de las más imponentes son las románicas. Todas ellas hacen gala de un buen estado de conservación, lo cual es meritorio especialmente si se tienen en cuenta los muchos años que tienen a sus espaldas.
Tanto en las vertientes norteñas como en las sureñas hay diversas ermitas que destacan por la sencillez, así como por lo bonitas que llegan a ser. La simplicidad en lo referente a la construcción no se da al hablar de la estructura románica más destacable de todas: un monasterio para benedictinos que está en Sant Quirze de Colera.
En este valle apartado se respira una gran dosis de tranquilidad, siendo ideal para desconectar y alejarse por completo del estrés. Allí hay una iglesia con una preciosa basílica, así como restos del que antiguamente era un claustro.
Monumentos con miles de años de antigüedad
Más de cinco mil años tienen algunos de los monumentos que todavía a día de hoy se encuentran en la parte meridional del Paraje Natural de Interés Nacional de La Albera. Los que cuentan con una mayor presencia son los dólmenes, superando el total de ciento cincuenta.
No se quedan muy atrás los menhires, además de las insculturas. El punto que atrae la mayoría de miradas por parte de los visitantes es Mas Baleta, puesto que cerca de las lagunas de esa área hay un círculo de megalitos del que sorprende su buen estado.
Lagunas
Disfrutar al máximo de la experiencia de visitar este monumento natural exige sí o sí admirar sus lagunas. Desafortunadamente es algo que solo puede hacerse en una época del año en concreto: primavera, aunque en caso de tener suerte, el resto del año también existe alguna que otra posibilidad. Todo depende de las lluvias, ya que cuando son abundantes se forman estas preciosas lagunas.
Durante los meses en los que están repletas de agua, tanto la fauna como la flora del paraje de interés nacional cambian por completo, ya que surgen elementos que se adaptan perfectamente al medio cuyo porcentaje de humedad es muy elevado.
Haya de la Piedra
Son muchos los elementos vegetales que adquieren una especial relevancia, aunque la mayoría de visitantes tienen como objetivo uno en concreto que recibe el nombre de Haya de la Piedra.
Básicamente se trata de un árbol que, con el paso del tiempo, ha acabado convirtiéndose más bien en una especie de monumento. Además, en sus proximidades hay mucha otra vegetación que merece una mención especial, sobre todo los serbales de los cazadores y los acirones.
Mirador
En todo el Paraje Natural de Interés Nacional de La Albera hay numerosos puntos que ofrecen unas vistas privilegiadas, pero si quieres gozar de las que están consideradas como las mejores de todas, el mirador del Puig Neulós es una visita imprescindible.
Gracias a la gran altitud de más de mil doscientos cincuenta metros, la skyline es espectacular en todos los sentidos. Sea cual sea la dirección en la que mires quedarás asombrado, pudiendo admirar llanuras pertenecientes a l’Empordà, la Badía de Roses -considerada una de las más bellas de toda Europa-, una Reserva Natural conocida como Bosc de la Maçana, etcétera.
Itinerarios
El Paraje Natural de Interés Nacional de La Albera es uno de los parques naturales de la Costa Brava más versátiles y variados. De ello dan buena cuenta los diversos itinerarios por los que es posible optar.
Desde Cantallops hasta Requesens
No es un itinerario largo, ya que abarca poco más de cinco kilómetros. Así pues, los excursionistas lo completan en un par de horas. Por otra parte, la acumulación del desnivel alcanza algo más de trescientos cincuenta metros, tratándose de una ruta lineal que no resulta complicada, aunque no es apta para personas con un nulo fondo físico o con problemas de movilidad.
El itinerario da comienzo en Cantallops y, pasando por una especie de camino de romería, se llega a una icónica iglesia que recibe el nombre de Santa María de Requesens. Yendo hacia el norte se alcanza un sendero que permite atravesar un arroyadero, el cual es conocido como Les Comtes, bastando para ello un cuarto de hora.
Media hora después de haber empezado la ruta se evidencian los primeros dólmenes que están ubicados en Medàs. Atravesando otro sendero que queda a mano izquierda se llega a la Font de les Feixes, la cual conecta directamente con Requesens.
Itinerario por los alrededores del castillo
A diferencia del anterior itinerario, en este caso estamos ante una ruta que sí es apta para prácticamente cualquier persona, ya que es muy fácil recorrer los cinco kilómetros y medio que comprende.
El desnivel se acumula alcanzando tan solo unos ciento cuarenta metros, pudiendo completarlo en algo menos de dos horas. Se trata de una ruta circular que empieza en un parking, concretamente en el de Pipes.
Tras pasar por la Font Rovellada empieza el rodeo al Castillo de Requesens, debiendo continuar por Can Picardia y posteriormente por Corral Nou. Poco después se llega a un refugio y a una tejería.
A lo largo de la ruta se evidencian los muchos recursos que proporcionaba antiguamente la sierra a quienes desarrollaban allí su actividad económica. En concreto nos referimos tanto al agua como a la madera. Este último material se utilizaba a modo de combustible con tal de hacer uso de múltiples hornos.
Ruta de la Haya de la Piedra
El segundo itinerario más largo de todos es el que pasa por una de las visitas imprescindibles que hemos mencionado antes: el mítico árbol que recibe el nombre de Haya de la Piedra.
La ruta empieza en el parking de la tejería y es circular, comprendiendo nueve kilómetros que se recorren en un total de tres horas. El desnivel se va acumulando hasta llegar a los cuatrocientos metros, por lo que el grado de dificultad del itinerario es medio.
La ruta pasa por puntos clave como el Roc de les Cabres, Font del Faig y Pont de les Cultives. Conviene destacar la existencia de un atajo que se encuentra a media hora de haber iniciado el camino, subiendo en dirección al Puig Neulós. Si lo tomas te ahorrarás un par de kilómetros, pero si quieres disfrutar del cien por cien de la experiencia conviene seguir por la fuente de Els Arcaires que conecta con un puente.
Excursión por los bosques de Requesens
En el mismo aparcamiento en el que da comienzo la anterior ruta, se inicia un itinerario que no es apto para todos los excursionistas. Y es que se trata de un trayecto que presenta una serie de dificultades y, además, es bastante largo: 11 kilómetros en total.
La ruta circular presenta un desnivel acumulado de más de cuatrocientos treinta metros, pero lo cierto es que merece mucho la pena si te gusta la flora en general. Durante el transcurso de las cinco horas quedarás maravillado con toda la vegetación que se encuentra en los bosques de la sierra.
Tras pasar por Requesens e iniciar un camino en dirección a Puig Neulós, llega el momento de coger un atajo que te permitirá alcanzar un destino clave: el Faig de la Pedra. Los siguientes elementos por los que irás pasando son un par de fuentes -la de los Arcaires y la Nova-, el Roc de l’Atalaiador y un torrente: el de Coll Pregon.
Al llegar a la esclusa fluvial perteneciente al río Anyet tendrás la posibilidad de iniciar el itinerario por los alrededores del castillo o, por el contrario, emprender el camino que te llevará nuevamente al parking de la tejería.
Normas
Sea cual sea el itinerario por el que optes, hay una serie de normas que han de cumplirse sí o si. La primera de ellas hace referencia a las mascotas, sobre todo los perros, los cuales suelen dejarse ver por el Paraje Natural de Interés Nacional de La Albera en compañía de sus dueños. Es posible llevarlos de excursión, pero no pueden estar libres: la correa es obligatoria.
Por otra parte, no se permite acampar libremente en ninguna de las zonas que abarca el monumento natural. Tampoco se puede encender ningún fuego, ya que es un área que presenta un elevado riesgo de incendiarse.
En caso de generar algún tipo de residuo o basura, no puede dejarse en la sierra, debiendo llevársela cada persona para que no quede ningún rastro de ella.
Mencionando de nuevo los itinerarios, hay que tener en cuenta que durante el transcurso de los mismos es habitual dar con propiedades que son privadas, las cuales han de ser respetadas.
Por último, tanto la cultura como la naturaleza del paraje no deben alterarse lo más mínimo, ya sea estropeando plantas, arrancándolas o causando alguna molestia a un animal.
Tarifas
Tal como sucede con la gran mayoría de parques naturales que hay en la Costa Brava, recorrerlo es libre y completamente gratuito.
Museu de l'Anxova i la Sal
En la Costa Brava hay una población que, entre otros aspectos, es conocida en todo el país por sus deliciosas anchoas. Así pues, no es de extrañar que en l’Escala haya también un museo destinado a este producto alimenticio. Concretamente se trata del Museu de l’Anxova i la Sal.
Un matadero de cierta antigüedad fue el edificio utilizado para inaugurar en el año 2006 dicho espacio museístico, el cual pasaba a estar destinado a la salazón de unas anchoas únicas a nivel mundial.
Por supuesto, la pesca en general también adquiere una especial importancia para el museo, abarcando las técnicas y otros aspectos relacionados con dicha disciplina que tan arraigada está en toda la costa de Cataluña.
Como es de esperar, en la Costa Brava la pesca y la salazón de anchoas históricamente siempre tuvieron mucha relevancia, por lo que no sorprende que en el Museu de l'Anxova i la Sal haya elementos incluso del siglo XVI.
Precisamente el museo es ideal para averiguar cómo evolucionó tanto la pesca como las técnicas de salazón. Llama mucho la atención ver la manera en que los pescadores de varios siglos atrás obtenían tanto las anchoas como las sardinas, sobre todo cuando se compara en el mismo espacio museístico con los métodos empleados hoy en día.
Haciendo referencia a los elementos propios de épocas anteriores, es sorprendente el buen estado en el que se conservan, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de ellos estaban en constante contacto con el mar.
Por ejemplo, en el Museu de l'Anxova i la Sal hay una embarcación cuya vela no presenta perforaciones ni una decoloración excesiva, mientras que el casco y toda la estructura en general permanecen intactos. De hecho, incluso podría ser utilizada hoy en día para navegar.
Lo mismo puede decirse de los diversos utensilios, los cuales son ideales para averiguar cómo era la pesca y la salazón en tiempos anteriores. Para el recorrido al pasado también se muestran en el museo diversas fotografías en blanco y negro, rindiendo así tributo a los profesionales que día tras día se dedicaban a estas labores conserveras.
En la entrada del Museu de l'Anxova i la Sal hay una foto-mural de gran tamaño que suele atraer las miradas de los visitantes. Y no es para menos, puesto que en la composición visual se muestra cuál es el patrimonio tanto cultural como natural de l’Escala, un municipio de enorme importancia para la Costa Brava en general.
No es el único punto del museo en el que la población en sí recibe la relevancia que merece. En otro espacio de las instalaciones hay una maqueta que muestra a escala no solo la orilla del mar y las embarcaciones, sino también las casas de los pescadores e incluso varios trabajadores desempeñando sus labores profesionales en la arena de la playa.
No son unas instalaciones que destaquen por sus grandes dimensiones, sino más bien todo lo contrario, lo cual da pie a generar una atmósfera acogedora que es potenciada por quienes trabajan en el museo.
Todos los profesionales son amables al explicar detalles de las exposiciones, consiguiendo así que cualquier visitante pase a mostrarse muy interesado en la historia de la pesca y la salazón. En aproximadamente una hora es posible terminar la exposición permanente, visitando para ello diversas salas que están bien acondicionadas.
Después de poner fin a esta actividad llega el momento de disfrutar de un material audiovisual que no deja indiferentes a los visitantes. En él se explica cómo evolucionó tanto la población de l’Escala como la producción de las consideradas por muchos como las mejores anchoas que existen.
Tarifas
Acceder al Museu de l'Anxova i la Sal es completamente gratuito. En el propio espacio museístico hay una zona destinada a la compra de anchoas, pudiendo aprovechar los buenos precios a los que están algunas de ellas, así como los souvenirs que tanto gustan a los turistas en general.
Parc Natural del Cap de Creus
En marzo del año 1998 se creó oficialmente un espacio de la Costa Brava que pertenece a la sexta categoría de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se trata del Parc Natural del Cap de Creus, una zona protegida cuya superficie es bastante grande, llegando casi a las catorce mil hectáreas en total.
Antes de la existencia del Parc Natural del Cap de Creus no había ningún otro parque marítimo-terrestre en la Comunidad Autónoma de Cataluña. En concreto, de toda la superficie abarcada, 900 hectáreas son reservas naturales terrestres, mientras que 835 son reservas también orgánicas, pero en este caso de tipo marino.
La zona protegida se encuentra enmarcada dentro de ocho municipios distintos, pertenecientes todos ellos a la Costa Brava. Port de la Selva, Cadaqués, Roses y Llansá son algunos de los más conocidos a nivel nacional, debiendo sumar a la lista Pau, Vilajuiga, Palau Sabardera y Selva de Mar.
Flora
En algunos parques naturales de la Costa Brava estamos acostumbrados a ver un tipo de flora puramente mediterránea. Sin embargo, en el del Cap de Creus hay una enorme variedad, incluyendo elementos vegetales centroeuropeos, eurosiberianos e incluso atlánticos.
Es por este motivo que en el Parc Natural del Cap de Creus es posible ver desde multitud de matorrales y alcornocales que son muy típicos del Mediterráneo hasta otro tipo de flora que no suele dejarse ver: prados silicícolas de montaña, avellanos y un largo etcétera.
La tramontana que suele soplar en este espacio protegido va ejerciendo una modelación de cada especie vegetal que está allí presente, endureciendo el hábitat por varios aspectos puramente orgánicos. El primero de ellos se resume en que las plantas evapotranspiran más. Por otra parte, su nivel de salinidad es superior, siendo dicho aspecto fruto de los aerosoles que vienen dados por el agua marina.
Aunque la roca cuenta con una enorme presencia en el Parc Natural del Cap de Creus, ya sea en forma de roquedales o incluso acantilados con unas preciosas vistas al mar, en ciertas zonas hay un precioso afloramiento que da forma a un espectáculo visual repleto de multitud de colores.
Fauna
El tipo de fauna que más abunda en este parque natural de la Costa Brava es sin duda alguna el anfibio. Aunque no todas aquellas especies que hay en la península ibérica se dejan ver en el Cap de Creus, un elevadísimo porcentaje hace acto de presencia en dicha zona protegida. Los sapos comunes son muy habituales, así como la ranita meridional de la que llama la atención su pequeño tamaño.
Siguiendo el ejemplo del Paratge Natural d’Interès Nacional de l’Albera, también puede verse en el Cap de Creus la tortuga del Mediterráneo, aunque en este caso la cantidad es mucho más reducida. Otros animales similares forman parte de la lista, destacando entre todos ellos el galápago leproso, la salamanquesa común y el lagarto ocelado.
Otra fauna que también es muy importante para el ecosistema de este parque natural es la que lo sobrevuela. Cuando las aves migran tanto en la estación otoñal como en la primaveral es altamente recomendable visitar el Parc Natural del Cap de Creus, ya que pueden verse multitud de especies.
Basta con ir a cualquier acantilado para contemplar varias águilas perdiceras, aunque no son las únicas aves que suelen rondar estas zonas tan rocosas que suele gustar a dicha fauna. Al listado se añaden desde búhos hasta halcones peregrinos.
Por supuesto, el ambiente marino afecta de lleno a la fauna dando pie a que estén presentes desde aves hasta multitud de peces en el fondo del agua. Empezando por los animales voladores, las gaviotas son extremadamente comunes en el Cap de Creus, mientras que otras aves no cuentan con tanta presencia en la zona protegida: alcatraces, charranes, báldrigas, cormoranes moñudos y un largo etcétera.
Seguidamente toca hablar de la fauna del fondo marino. La que más llama la atención de aquellos que tienen el privilegio de observarla es el coral de tonalidad rojiza, la cual es compartida por la gorgonia que recibe el nombre técnico de paramuricea clavata.
Son numerosos los peces que recorren las aguas del Parc Natural del Cap de Creus, destacando entre ellos multitud de meros, salpas y sardos. Conviven en harmonía con las langostas y los bogavantes.
Normas
Disfrutar tanto de la flora como de la fauna, así como de los itinerarios que describiremos más adelante, exige cumplir una serie de normas, las cuales varían dependiendo de si se accede a la zona terrestre o a la marina.
Si optas por la terrestre has de saber que necesitas una autorización específica para plantar cualquier tipo de elemento vegetal, así como para extraerlo. Por otra parte, no pueden arrojarse residuos de ninguna clase.
Ir por la zona terrestre es posible si no te desplazas con un vehículo que funcione con motor, aunque sí puede hacerse en las pistas habilitadas para tal fin, así como en las carreteras.
No se permite acampar libremente en ninguna de las zonas, mientras que en algunas de ellas se admite el fuego, siempre y cuando se respeten los períodos estipulados para hacerlo.
Acabando con las normas que hacen referencia a la zona terrestre del Parc Natural del Cap de Creus, es destacable que existe la posibilidad de practicar la caza, debiendo aplicar a rajatabla la normativa en cuestión.
Si optas por ir a una de las reservas naturales integrales que forman parte de dicho espacio protegido, hay que circular en base al itinerario que pretende seguirse, por lo que no se permite la movilidad completamente libre. A su vez, se prohíbe completamente extraer cualquier elemento vegetal o animal, así como cualquier fósil, roca o conjuntos minerales de los que están presentes en el parque natural.
Más allá de las terrestres, también hay reservas naturales parciales marinas. En ellas se deben aplicar las normativas a la hora de practicar la pesca, visitar la zona, fondear, practicar submarinismo o circular por la zona a través de la vía marítima.
La zona marina que no es reserva natural parcial también está sujeta a unas importantes normas como la de estar prohibidas ciertas pescas en concreto: cerco y arrastre. Por el contrario, si es de tipo artesanal o se lleva a cabo como si de un deporte se tratase, sí puede practicarse la pesca.
Itinerarios
En el Parc Natural del Cap de Creus hay varios itinerarios, por lo que cada visitante puede elegir aquel que más le convenga. Eso sí, todos ellos son un poco difíciles. A diferencia de otros parques naturales de la Costa Brava que cuentan con rutas muy sencillas, al ser una zona tan abrupta son habituales los desniveles y los pasos que tienen una gran estrechez. Es por este motivo que el calzado cómodo y de calidad es esencial, independientemente de si los itinerarios los hacen adultos o niños.
Itinerario circular hasta la Punta del Cap de Creus
Esta ruta es ideal para disfrutar de los maravillosos paisajes que la zona ofrece a los excursionistas. Se trata de un itinerario que es circular y abarca poco más de un kilómetro y medio, siendo algunos tramos un tanto difíciles.
Punta de Cap de Creus, Cova de S’Infern y S’Eixugador son algunos de los lugares que se visitan a lo largo de los noventa minutos de duración, empezando la experiencia en el faro.
Para hacer el itinerario circular se deben seguir unas señales rojizas. La planta herbácea espadaña y los juntos están muy presentes sobre todo en la parte final del recorrido.
Cala Culip
Dos kilómetros bastan para llegar a una icónica cala de la Costa Brava, la cual a diferencia de muchas otras acostumbra a estar poco frecuentada por bañistas. Ello es debido al difícil acceso, siendo solo compatible con excursiones a pie o travesías marítimas.
Desde el Parc Natural del Cap de Creus solo hay que recorrer dos kilómetros, bastando para ello con tres cuartos de hora. El itinerario no es demasiado difícil, terminando en una cala cuya longitud es de solamente quince metros. Conviene destacar que en la playa está permitido el nudismo.
Camino antiguo desde el faro hasta Cadaqués
Si quieres recorrer el parque natural en familia, esta ruta apta para los más pequeños de la casa es la mejor elección posible, aunque es duradera por su recorrido de considerable distancia: ocho kilómetros en total.
Los desniveles acusados casi no están presentes en el itinerario. Es por este motivo que es bastante habitual encontrarse con otras familias.
Cómo llegar
La AP-7 conecta con varias comarcales que dirigen a diversos municipios de la Costa Brava, siendo uno de los más bonitos el conocido como Cadaqués, un precioso pueblo de pescadores. Precisamente es esta localidad aquella a la que hay que llegar para iniciar el trayecto hacia el Parc Natural del Cap de Creus.
En Cadaqués hay muchas indicaciones, por lo que no es nada difícil llegar al icónico faro que da comienzo a itinerarios que suponen una experiencia única. Eso sí, no es una conducción apta para todo tipo de personas, puesto que aquellas que se marean excesivamente con las curvas o que no están acostumbradas a circular por carreteras muy serpenteadas pueden llegar a pasarlo mal.
Sin embargo, en caso contrario es un trayecto que se disfruta plenamente. De hecho, es de las mejores rutas para hacer en vehículo particular, ya que durante el transcurso de la misma se dibujan unas vistas espectaculares.
Dónde aparcar
Tras llegar al final de la serpenteada carretera que te lleva de Cadaqués al faro de Cap de Creus encontrarás un parking que es bastante amplio, así como gratuito, lo cual es de agradecer. Sin embargo, no es fácil encontrar una plaza libre, sobre todo en plena época veraniega. Si decides visitar esta zona protegida en julio o agosto, es recomendable ir a primera hora si quieres aparcar con facilidad justo en el faro.
Tarifas
Siguiendo el ejemplo del parking, la experiencia inolvidable de recorrer el Parc Natural del Cap de Creus es completamente gratuita.



















