Los Parques Naturales en Olot mejor valorados
Zona Volcánica de la Garrotxa
En la Península Ibérica hay varios paisajes volcánicos, aunque ninguno de ellos es tan bello y extenso como el de este espacio protegido que se ubica en la Costa Brava. Hablamos de la Zona Volcánica de la Garrotxa, la cual fue recalificada en 1985. Por aquel entonces se determinó que el área pasaba a ser un parque natural.
Su superficie supera las quince mil hectáreas, abarcando once municipios en total entre los que se encuentran Olot, Las Planas y Castellfullit de la Roca. Por otra parte, las reservas naturales casi llegan a la treintena.
La Zona Volcánica de la Garrotxa comprende cuarenta conos de tipo volcánico cuyo origen se remonta a más de cien mil años atrás, siendo un claro ejemplo del gran valor histórico y biológico que tienen todos ellos.
Además, este parque natural de la Costa Brava cuenta con una decena de cráteres, así como con más de veinte conos que hacen gala de un buen estado de conservación. Adicionalmente son destacables las numerosas coladas de lava cuyo color oscuro y su textura microlítica revelan que se trata del tipo basáltico.
Volcanes
Si bien es cierto que algunos volcanes del espacio protegido solamente tienen diez mil años de antigüedad, otros se originaron setecientos mil años atrás. La actividad volcánica lleva mucho tiempo sin producirse, aunque ello no significa que todos los volcanes estén extinguidos. Pero, ¿cómo es posible que justo en esta zona de la Costa Brava haya semejante vulcanismo? Básicamente ello es fruto de la finura de la litosfera.
En la Garrotxa, dicha capa externa no tiene los más de cien kilómetros que caracteriza al continente europeo, sino que el grosor es de tan solo quince kilómetros. Esto adicionalmente dio pie a que cada erupción se produjese en un volcán de reciente surgimiento, procediendo a extinguirse justo después sin volver a tener actividad más adelante.
La morfología de cada cono volcánico es muy variada. Los cráteres lo demuestran a la perfección, habiendo algunos que son laterales, mientras que otros son centrales y tienen piroclastos que destacan por su uniformidad, siendo algunos de ellos heterométricos.
En una de las áreas de la Zona Volcánica de la Garrotxa hay muchas piedras pequeñas que reciben el nombre de lapillis, las cuales en su momento fueron expulsadas al producirse varias erupciones.
Los expertos calculan que cuando hayan transcurrido un mínimo de diez mil años más, en este espacio protegido volverá a haber una erupción.
Flora
Aunque los volcanes son el principal atractivo de la Zona Volcánica de la Garrotxa, también son plenamente disfrutables tanto la flora como la fauna. Empezando por la vegetación, es destacable que el número de especies de plantas supera ampliamente las mil en total.
Gracias a las elevaciones del terreno, el tipo de suelo y las condiciones climatológicas, no puede decirse que el resultado paisajístico sea puramente mediterráneo, puesto que una parte de él recuerda al que puede verse en el centro de Europa.
Una de las zonas que más llaman la atención es la conocida bajo el nombre de Fageda d’en Jordà. Básicamente se trata de un bosque repleto de hayas que han logrado crecer a pesar de estar a una altura de quinientos cincuenta metros. Ello es fruto de lo húmeda que es esta parte del espacio protegido y de lo mucho que llega a drenar la roca de origen volcánico.
Los bosques son frondosos y numerosos en la Zona Volcánica de la Garrotxa, destacando sobre todo los alcornocales, encinares y robledales.
Fauna
La variedad se evidencia al hablar no solo de la flora, sino también de la fauna. Los animales que están más presentes en el espacio protegido son sin duda alguna los invertebrados, aunque los vertebrados cuentan adicionalmente con una gran importancia, tal como demuestra el total de más de trescientas especies distintas.
Las especies más numerosas son las aves, superando ampliamente las doscientas. Por su parte, los mamíferos también son importantes para la Zona Volcánica de la Garrotxa. Entre los animales que se dejan ver frecuentemente se encuentran los siguientes: gatos monteses, ginetas, halcones peregrinos, víboras y águilas culebreras.
Actividad económica
Es habitual que en los parques naturales de la Costa Brava haya una prácticamente nula presencia de humanos, más allá de los encargados de velar por el bienestar de la zona y los visitantes. Sin embargo, no es el caso de este espacio protegido. De hecho, a diario tiene lugar en él una actividad económica que se realiza tratando de respetar la naturaleza del lugar.
Concretamente nos referimos a los cultivos que reciben el nombre de garrotxes, aprovechando los bancales que tan útiles son en las áreas cuyo relieve es bastante abrupto. Otra actividad económica es la de extraer lapilli, el cual se utiliza con tal de fabricar cemento.
Es sorprendente que tan solo el dos por ciento de la Zona Volcánica de la Garrotxa es público, siendo el porcentaje restante completamente privado, utilizándose una parte de él para actividades relacionadas con el desarrollo económico. Así pues, los encargados de administrar el espacio protegido tienen el principal objetivo de conseguir que todas ellas sean compatibles con el bienestar del parque natural.
Itinerarios
En este parque natural de la Costa Brava hay muchos atractivos que merecen una visita. Volcanes como los de Santa Margarida y Croscat son un claro ejemplo, así como el río Fluviá, los humedales, etcétera. Todos ellos pueden ser recorridos en itinerarios que son muy variados, dando pie a que personas de cualquier edad, sea cual sea su capacidad física, puedan realizar una ruta que disfrutan de principio a fin.
Fageda d’en Jordà, Volcà de Santa Margarida y Volcà del Croscat
Empezamos por el Itinerario 1, uno de los más practicados por los visitantes. Ello no es de extrañar teniendo en cuenta que durante el transcurso del mismo se recorren tres puntos de gran interés.
Se trata de una ruta circular que conecta con otros itinerarios de la Zona Volcánica de la Garrotxa que también son muy recomendables. Al cabo de una hora y media se llega a Sant Miquel de Sacot, mientras que después de casi diez kilómetros de ruta hay un atajo que se recomienda tomar: el de Can Passavent.
Tras unas cuatro horas y media el itinerario se da por completado, aunque el tiempo aumenta en caso de optar por bajar al cráter, ya que abarca un total de setecientos metros que exigen veinte minutos más de caminata.
Riscal de Castellfollit de la Roca
Si te gustan las buenas vistas no te puedes perder este itinerario. Y es que después de poco más de un kilómetro se accede a un mirador que premiará tu visita con una skyline que difícilmente olvidarás.
Antes de ello pasarás por la cinglera, visitando después la Plaça de Sant Roc. El itinerario puede completarse en tan solo tres cuartos de hora, siendo apto para personas de avanzada edad y niños pequeños, puesto que no tiene desniveles considerables.
Volcán del Montsacopa
En la Zona Volcánica de la Garrotxa hay varios volcanes icónicos, siendo uno de los más atractivos el conocido como Montsacopa. Recorrerlo es posible con este itinerario que pasa por Montolivet y Tossols.
Estamos ante una de las rutas más variadas, puesto que también tiene un fuerte carácter urbano. Ello es fruto de abarcar una gran parte de la ciudad de Olot cuyas calles son recorridas, siendo sus propios ciudadanos los que habitualmente llevan a cabo dicho itinerario.
Al llegar al volcán del Montsacopa lo primero que sorprende es su considerable altura de casi cien metros, así como el diámetro del cráter, alcanzando los ciento veinte metros en total.
Valles de Sant Iscle y del Vallac
El Itinerario 19 es uno de los más exigentes a nivel físico de todos los que pueden hacerse en la Zona Volcánica de la Garrotxa. Y es que para algunas personas no es fácil recorrer el total de diecisiete kilómetros que abarca. Sin embargo, si te ves capacitado para ello, las cinco horas del sendero serán disfrutadas al máximo.
La ruta empieza en la que antiguamente era la estación de Sant Feliu de Pallerols. Tras dos horas y cuarto se llega a Sant Iscle de Colltort, alcanzando poco después un icónico volcán que se conoce con el nombre de Can Tià. No es el único que se visita en el itinerario, ya que a la lista hay que sumar otro más: el del Traiter.
Al ser un itinerario circular termina en la misma estación, siendo difícil perderse gracias a las indicaciones basadas en pictogramas cuyo color es el naranja claro.
Cómo llegar
Lo más recomendable es desplazarse en transporte privado o público a Olot, aunque también puedes optar por Santa Pau. En ambos casos la AP-7 conecta con carreteras comarcales que te llevarán a cualquiera de los dos municipios, habiendo en ellos un autobús que tendrás que coger. Se trata del Bus dels Volcans, el cual te dejará directamente en la Zona Volcánica de la Garrotxa.
Dónde aparcar
Si prefieres evitar el autobús y optas por ir directamente al parque natural con tu propio vehículo, has de saber que existen un par de parkings, aunque son de pago. El de Can Serra es uno de los más frecuentados, puesto que está en las inmediaciones de la Fageda d’en Jordà. Eso sí, ten en cuenta que no se puede pagar en efectivo.
Por el contrario, el parking del Área de Santa Margarida no admite tarjetas. Llegar a él es fácil recorriendo la comarcal GI-524, agradeciéndose la proximidad de uno de los volcanes más icónicos del espacio protegido.
Tarifas
A excepción de las visitas guiadas que organizan algunas empresas, recorrer la Zona Volcánica de la Garrotxa es gratuito. La cantidad que se recauda por los vehículos que aparcan en los dos parkings anteriormente descritos se utiliza para conservar en buen estado algunas de las partes que conforman este parque natural de la Costa Brava.




